Los malos entendidos siempre siempre acaban en actitudes o situaciones penosas. Mira un ejemplo:
"Un tipo está en la fila del supermercado, cuando una rubia escultural le saluda agitando la mano, y le lanza una de aquellas sonrisas encantadoras.
El tipo mira hacia los lados, hasta que se convence que es con El… decidido, deja la fila y se acerca a la bella mujer.
Suavemente le dice:- Disculpe… ¿nos conocemos?
Ella le responde con una sonrisa encantadora:
- Pues… tal vez yo esté equivocada, pero me parece que usted es el PADRE DE UNO DE MIS NIÑOS.
El tipo se queda boquiabierto, mientras su memoria trabaja a toda velocidad, intentando recordar los detalles de la única vez que le fue infiel a su esposa.
- ¡Ohh…! ¡¡No me diga que usted es aquella stripper que en la despedida de soltero de mi amigo Víctor yo me tiré encima de la mesa de billar, en medio de aquella tremenda orgía, completamente borracho, mientras una de sus amigas me flagelaba con varios cinturones que sacó de los pantalones de mis amigos!!!
- Bueno… no exactamente -responde ella, visiblemente avergonzada- yo soy la nueva maestra de su hijo"
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