No sé qué hacer… no puedo olvidar... pido consejo y opinión, por favor

Daniiiieel

Uff…
Necesito vuestra opinión, me llamo Daniel, tengo veinte años, soy estudiante y desde hace unos meses no sé qué hacer… A estas alturas, si os soy sincero, yo no era una persona que creía mucho en esto del amor o como fuera y simplemente porque sólo me kedé pillao una vez de una tía que me gustaba hace ya bastante años y pensé k no volvería a suceder. Lo peor de todo es que creo que estoy enamorado de un amigo mío y tiene novia. Es una historia larga, suena casi a película, pero voy a empezar por el principio.

Ese amigo mío, Jorge, antes era más bien un compañero de clase. Hasta que hace seis meses empezó a juntarse con nuestro grupo de amigos y nos llevábamos bien. Después él se sentaba a mi lado y al lado de una amiga, y estábamos los tres siempre de cachondeo. Lo normal, pintábamos en la mesa, nos reíamos, y luego, mi amiga le habló de mi punto débil con las cosquillas y él empezó a hacerme cosquillas. Yo lo veía normal, salvo que a él era imposible hacerle cosquillas, no se inmutaba, y eso me daba más coraje todavía. Entonces supuse k él se divertía haciéndome cosquillas, como si fuera una especie de hermano pequeño o algo así, siempre fastidiándome. Estaba bien, xk yo se lo dejaba a hcer a mi amiga, pero él ya resultaba cansino. Hasta que un día me harté y le empujé… después le pregunté si él no tenía ningún punto débil. Él solo me dijo k tenía k buscárselo. Yo supuse k se refería a las rodillas, xk yo soy muy sensible y tngo cosquillas x tdo el cuerpo. Y cuando le puse la mano en la rodilla creo que él se puso tenso y eso me divirtió de alguna manera. Y entonces cada vez que él se pasaba con las cosquillas yo hacía como que trataba de meterle mano. Sé que esto no tiene mucho sentido, pero creo que ahí empezamos a sentir algo. Así transcurrieron los dos primeros meses, entre bromas y risas… etc…

Lo que me gusta de Jorge es que es una persona alegre, siempre está sonriendo, y siempre se quedaba hasta última hora esperándome a que me recogieran. Un día decidí acompañarle yo a él y lo vi algo triste. Le pregunté cómo iba con la novia y tal. Él me dijo como que no era lo que él esperaba, como si sólo estuviera con ella por estar con ella, como si estuviera probando o algo así. Yo le di ánimos, pero le dije k si no estaba muy seguro k no siguiera haciéndole daño. Supongo k le pillaría en una época de bajón con la novia. Total, días más tarde nos invitaron a una fiesta en el piso de un amigo. Él llevo a su novia y allí la conocí. Su novia me recordaba a mi amiga, de hecho se llevaban bien. Pero por alguna extraña razón no se mostraban afecto el uno al otro, eran novios de palabra. Yo sólo pensé k serían imaginaciones mías o a lo mejor era una de esas parejas k le costaba trabajo mostrarse en público. Aunque salí de dudas cuando mi amiga me lo comentó, ya supe que no era mi imaginación. Más tarde, estaba en la cocina echando una mano con las hamburguesas, en verdad yo estaba allí porque se me había acabado la cerveza… y lo recuerdo bien, el piso era grande pero los pasillos pequeños, y al salir de la cocina Jorge me estaba cortando el paso. Fue un momento muy tenso porque se apegó a mí. Por un momento pensé que iba a besarme o algo así porque él se quedó mirando mis labios, no sé si entendéis esa mirada sensual hacia los labios… no sé… sentí un escalofrío, pensar que en todas las personas que había en el salón, estábamos muy cerca. No sé muy bien… al final solo se había acercado a mí para dejar paso a su novia que venía detrás de él. Me sentí aliviado… pero en el fondo algo decepcionado (creo que fue el morbo de ser “descubiertos” o algo así, ese extraño juego). Al final la fiesta terminó, y al despedirnos, no sé si iba yo algo subido con la cerveza o no, pero le cogí la mano delante de su novia sin que se diera cuenta. Me hacía gracia verlo así. Y finalmente terminó esa noche.

Realmente no sé cuánto tiempo pasó desde la fiesta pero un día, en una clase extra que teníamos me escribió en la mesa: “¿Te gusto?”. Yo pensé que estaba de cachondeo, como siempre que escribíamos algo. Le dije que “no”. Y él me respondió: “Tú a mí sí”. Después, me arrepentí de alguna forma. Al final me dije a mí mismo que él estaba de cachondeo, que tenía novia, y que a los dos nos gustaban las tías. Desde ese día él se mostró más apartado conmigo, apenas se sentaba a mi lado o me hacía cosquillas, sólo cuando participaba mi amiga.

Yo me cabreé con él. No sabía por qué. Llegó la semana santa. Y él se ausentó durante bastante tiempo, más de dos semanas. Ahí empecé a sentir que estaba enamorado de alguna forma de él. Me preocupaba su ausencia. Traté de llamarlo, pero no quería que pensara que me preocupaba por él. En la última semana estaba realmente histérico, mis amigos se daban cuenta. Me dolía su ausencia, lo había tenido ese tiempo a mi lado y no… él había sido sincero conmigo, yo sólo un mentiroso. Me sentía culpable. Cuando volvió siguió igual que antes, pero entonces yo ya sabía todo lo que sentía por él.
Desde entonces, si alguna vez se ha quedado esperándome después ha sido cuando estaba mi amiga. He intentado encontrar el momento idóneo para decírselo, pero resulta que siempre está ocupado. Incluso el último día, antes de las vacaciones, decidí entregarle una carta diciéndole todo lo que sentía. Casualidad que le llamó la novia, y es que él parece ahora tan feliz con su novia. Y ahora en vacaciones, no me ha llamado ninguna sola vez. Supongo que será feliz con su novia y ya está, debería olvidarme de él. No quiero llamarlo, si él no siente nada por mí, es inútil. De todas formas, yo creo que Jorge sabe lo que siento por él, pero sabe que es imposible, y en eso estamos de acuerdo.

Me he planteado olvidarme de él desde semana santa, y no lo consigo. No porque haya algo que me recuerde a él. Simplemente es que está ahí, siempre omnipresente de alguna manera. Lo peor de todo es que me ha hecho una persona más insegura que antes, ya no sé si soy gay, bisexual… lo que sea. Realmente no me atraen los tíos, excepto él. Él es la excepción a la regla, siempre está en mi mente. Recuerdo su voz, su sonrisa, su cara de loco, sus miradas de picardía... incluso a veces sus ojos tristes. No sé si lo veo como un gran amigo o como una especie de amor idealizado. Él es perfecto, por mucho que me plantee ponerle pegas para olvidarme de él, no puedo, el culpable siempre soy yo. Y me está afectando demasiado, no puedo olvidarle. Me río, porque hace unos meses quizás todo esto hubiera tenido solución, pero hasta alturas. Y ahora soy un imbécil, desesperado, incluso pienso en encontrar alguna novia para olvidarme de él. He salido algunas noches, he conocido a tías que me gustan más y otras menos, y a pesar de todo, sigo sin olvidarlo. Sólo espero encontrarme alguna tía que me haga olvidarlo. Es mi única esperanza. Algún consejo para que todo esto sea más llevadero… veo que no bastaría ni todas las borracheras, ni todos los helados de chocolate del mundo… me siento extraño, triste, apagado… le echo de menos… y sólo pensar que no significo nada para él… le echo de menos.