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Ya hace casi dos meses que lo dejé con la que era mi novia. Fue una relación de casi 4 años bastante curiosa, porque al principio éramos amigos con derecho y luego pareja, nunca le fui infiel pero ella siempre dudaba de mi porque antes de liarnos por primera vez, sabía que algunos fines de semana conseguía ligar con alguna tia. Es tremendamente sincera y dice lo que piensa, si no fuera por sus enfados repentinos y casi diarios sin motivo, su sinceridad sería digna de admiración.
A lo que iba, de vez en cuando le da por llamarme para hablar, porque realmente soy el único que realmente la escucho y, a pesar de los pesares, sigo haciéndolo cuando lo necesita. Lo malo es que ahora me llama para hablar, luego para recriminarme que desde que hablamos me echa de menos y se lo hago pasar peor y luego acaba insultándome. Hasta ahora no le he discutido nada porque no quiero discutir más con ella, me harté de hacerlo y si lo he dejado es porque quiero ser feliz y no vivir en sus amarguras. Estoy harto de aguantarla y cada vez que le pido que me deje en paz educadamente me ignora y me echa más cosas en cara.
¿Sería correcto enviarla a tomar por el c**o? Estoy harto. Lo malo es que luego pregonará lo malo que soy, pero nunca le seguiré el juego, prefiero vivir mi vida.
¿Algún consejo?
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