No me atreví a decirle que me falta un pecho y ahora todo se ha roto

Enamar

Buenos días a todos.

El tema que planteo es complicado, lo sé, pero necesito alguna opinión sincera. Estoy muy bloqueada, mal de ánimo y con bastante ansiedad. Intentaré resumir mi historia lo máximo posible para no cansaros demasiado pero es largo de contar.

Tengo 43 años y estoy separada desde hace 10. Hace nueve me detectaron un tumor maligno en la mama derecha. No era de los más agresivos pero, al haber tenido de siempre varios tumores benignos que ocupaban parte del pecho, decidieron que lo mejor era quitarlo todo para prevenir. Luego estuve viendo la posibilidad de reconstruirme pero el médico me dijo que eran tres operaciones, que podía sufrir un rechazo del implante y que mi pecho no quedaría igual que el otro, evidentemente. Le tengo pánico a las operaciones, así que, tras pensarlo por un tiempo, decidí dejarlo como estaba.

He tenido hasta hace poco una pareja que aceptó perfectamente mi problema pero hemos terminado porque, últimamente, discutíamos por todo y se fue el amor.

Hace como 6 mese conocí casualmente a un chico por medio de unos amigos míos. Era de noche, en un bar, y nos vimos fugazmente. Luego él me pidió amistad por Facebook y yo se la acepté. Tengo bastantes contactos porque soy pintora y tengo que promocionar mis cuadros. La verdad es que el chico estaba muy bien pero no me hice ninguna idea con él porque es 7 años menor que yo.

Un día me mandó un mensaje privado aconsejándome un lugar donde pasar las vacaciones porque yo me había mostrado indecisa con el tema en un comentario de Facebook. No suelo chatear con nadie pero me hizo gracia porque solo envió una fotografía de un lugar idílico y debajo puso algo así como "¿buscas un lugar como este?"

A partir de ahí comenzamos a hablar por el Messenger. Yo aún no había roto del todo con mi ex pareja y me mostraba reticente a seguir con esa amistad. De hecho el propuso que nos viésemos para tomar un café un par de veces, porque teníamos muchas aficiones en común de los que hablar, y yo me negué. Me daba miedo conocer a alguien más joven y no había terminado del todo con mi relación anterior.

El caso es que al poco tiempo se tuvo que ir fuera de mi ciudad por temas de trabajo, a unos 300 km., pero él seguía escribiéndome a diario y, como cada vez estaba peor en mi relación, me fui acostumbrando a hablar con él. Así empezamos a consolidar una amistad maravillosa que rápidamente pasó al Whatssap y al teléfono directamente. Nunca he convivido con mi ex pareja y apenas salíamos ya, luego yo tenía todos los ratos del mundo para hablar con él. Solíamos hacerlo por las noches, cuando el terminaba su turno (tiene un horario complicado). También comenzó a darme los buenos días por la mañana. Ni un solo día desde que empezamos a hablar me faltó un mensaje suyo o una llamada, incluso cuando había tenido más trabajo del habitual y llegaba muy cansado siempre sacaba un ratito para mí.

Por otro lado, él tiene mucho éxito con las mujeres. He visto que dos o tres que no lo dejan en paz. Una hasta lo acosaba hasta que él la ha tenido que bloquear. Él también es separado y sin hijos como yo y, hasta ahora, por lo visto a ido picoteando aquí y allí, se ha dejado querer pero, finalmente, dice que está cansado de todo eso; que es una etapa superada y que el sexo por el sexo le aburre, que busca a alguien especial con quien pueda compartirlo todo. La única duda que tengo es respecto a una ex (creo que terminaron en 2015) que si me parece que le ha dejado huella. De hecho le pone "me gusta" a muchas cosas en Facebook y a veces algún comentario que denota la confianza que han tenido. Curiosamente él no me ha hablado nunca de esta chica, tampoco él me pregunta por mis ex. Lo he averiguado yo sola siguiendo las pistas de su Facebook. Él además es sensible, escribe unos poemas preciosos y tiene bastante mundo interior. Es muy educado, hasta el punto de que le cuesta a veces decir que no. Es de esas personas que siempre intentan contentar a los demás pero, a la vez, tiene una personalidad decidida.

La amistad iba muy bien pero él empezó a ilusionarse con venir a verme. Yo también quería, porque me encantaba, pero a la vez comencé a sentir pánico. Pensé: un chico 7 años más joven que yo; que no vive en mi ciudad; no he terminado de dejar a mi pareja y me falta un pecho, estoy mutilada... Demasiado complicado para mí. Empecé a sentirme triste por no atreverme a realizar mi sueño de conocernos porque era como si nos fuésemos a ver por primera vez. Él me decía cada vez más cosas bonitas, que me echaba de menos cuando no hablaba conmigo, que cuando nos conociéramos sería estupendo porque teníamos muchas cosas para compartir... Y yo cada vez con más miedo.

Por fin, hace como dos meses me armé de valor y dejé a mi pareja. Poco después, este chico dijo que tenía unos días de vacaciones y que los iba a usar para venir a verme. Aunque ya era libre, seguía aterrorizada por todos los demás temas.

Finalmente vino (se quedó en casa de un hermano que vive aquí) y, cuando lo vi a la luz del día, me di cuenta de que tenía un problema. Era exactamente como había imaginado que sería. Me encantó todo de él: su físico, su educación exquisita, sus atenciones, todo. Y me dije: ¿y ahora que hago yo con esto? Me sentí mayor, incompleta con la falta de mi pecho aunque eso no se notase a simple vista. Pensé que le defraudaría... pero pasamos el día juntos y, sorprendentemente, todo parecía que había ido bien. Planteó vernos al día siguiente. Le gusta mucho cocinar y siempre me había prometido que, cuando nos viésemos, lo haría para mí. Fuimos a dar un paseo, compró las cosas y comimos en mi casa. En ningún momento intentó nada inadecuado pero creo que se palpaba mi tensión. No me quise sentar con él en el sofá. Me mantuve alejada en el sillón. Con todo la charla fue amena pero, pasado un rato después de comer, dijo que se marchaba. Para colmo, de vuelta tuvo un accidente con el coche.

Nos vimos otro día más, justo la tarde antes de regresar. Le invité a cenar en mi casa. Yo quería agradarlo, corresponder a sus atenciones (él me había pagado todo siempre), que no se fuera con mal sabor de boca. Además, estaba loca por abrazarlo y besarlo, hacer realidad esos mismos besos y abrazos que nos habíamos mandado virtualmente tantas veces. Así que esta vez, cuando acabó la cena, me senté junto a él en sofá y cuando me cogió por la cintura y me atrajo hacía si me dejé abrazar y besar...Hacia tanto tiempo que nadie me abrazaba así!!!

Después charlamos animadamente durante bastante rato sin que pasara nada más pero se hizo tarde y habíamos bebido más vino de la cuenta, así que le dije que si se quería quedar no fuese a encontrar un control en la carretera. Cuando nos fuimos a acostar, él me preguntó: ¿en qué cuarto vamos a dormir? Ahí volví a sentirme aterrorizada. No podía mostrar ahora mi pecho. No le había avisado y pensé que no sería capaz de soportar un rechazo por su parte. Le dije que no quería que pasara nada. Me dijo que sin problemas, que como yo me sintiese más cómoda. Pero yo elegí dormir con él. Lo necesitaba. Así que dormimos abrazados y no pasó nada de nada.

A la mañana siguiente se fue. Me pareció que su despedida fue fría. Pensé que ya no seguiría escribiéndome, que le habría decepcionado. Me sentía fatal de no haber sido capaz de ser sincera. Pero comprobé, para mi sorpresa, que seguía escribiéndome todos los días, como antes. La única diferencia es que no hacía mención alguna a nuestro encuentro ni me decía las cosas bonitas que me decía antes. No se le veía enfadado pero era como un amigo de toda la vida que te cuenta sus cosas.

Entonces, a los dos días de irse, vi que ponía en facebook que se encontraba inspirado para escribir algo (hacía mucho tiempo que no escribía). Me ilusioné pensando que me recordaría pero a la vez no me cuadraba, con lo frío que era conmigo últimamente. Al poco vi que publicaba un poema precioso pero no me sentí para nada identificada con él. Era sobre un encuentro amoroso y sexual con una mujer. Todo muy poético pero yo me sentí fatal. Yo no pude haber inspirado aquello, no habíamos tenido nada!!! Después fui a buscar en el facebook de esta chica que es su ex y le había puesto varios comentarios. Así que pensé que al yo decepcionarle, se había refugiado en ella y que el poema era por ella.

No le dije nada, hice como si no lo hubiese visto y seguí hablando con él como si tal cosa. Después, ha dejado de ponerle cosas a ella y parece que estaba más cariñoso conmigo. Pero ha seguido poniendo mensajes generales en facebook del tipo: “como me gustarías que estuvieses aquí”, y cosas parecidas. No sé a quién los dirige. En esta ocasión podría ser a mí, porque casi volvió a ser como antes de conocernos, pero también podría ser que no. Se le notaba cariño cuando me hablaba. Pero yo tenía mucha ansiedad… no sé lo que estaba pasando. Seguía con la idea de que le he defraudado y que solo me escribía porque no sabía cómo terminar conmigo, por lo educado que es.
El caso es que lo pensé y anteayer lo dejé yo a él. Le dije por whatssap que me despedía definitivamente. Pero no me esperaba encontrar lo que me encontré: pensé que se aliviaría, que era lo que él quería pero, no. Se quedó muy parado y me escribió después de un par de minutos: “¿pero qué es lo que ha pasado?”. Yo le dije que no le veía sentido a que siguiéramos hablando, que antes teníamos el aliciente de vernos pero ahora… Y entonces me dijo “¿Qué es lo que te faltó en nuestro encuentro?” Tú sabrás, le contesté. “Que yo sabré????,- me puso- Yo no sé absolutamente nada de por qué dices que no salió bien” Se me partía el alma pero le dije simplemente que no había salido bien y que estaba muy molesta porque había dedicado un poema a otra cuando acababa de verme a mí.

Me juró y perjuró que estaba equivocada. Me dice que él todas esas cosas las escribe a una mujer que no existe, a un sueño, a lo que quisiera que fuese… (ya me había comentado esto otras veces) A pesar de eso dije que me sentía dolida, aunque fuese dedicado a un ideal.

Se quedó tan mal que le dije de llamarlo y aclarar un poco más las cosas pero no quiso. “No estoy para hablar, disculpa”, fueron sus palabras. Me despedí con un beso pero ya se había ido.

Por supuesto no me ha vuelto a escribir más ni creo que lo haga. Lo veo en facebook, poniendo cosas anodinas y ha vuelto a los “me gusta” con la otra.
No sé qué hacer. No esperaba su reacción. Creí que era él el que quería cortar conmigo y no sabía cómo y yo lo hice antes más por orgullo que por otra cosa. Tampoco quise pedirle explicaciones por lo mismo. He escrito una carta contándole toda la verdad. No sé si enviársela o no. No sé si se merece tanta sinceridad por mi parte porque aún tengo dudas de si no le inspiraría ese poema la otra. También tengo miedo de que mi sinceridad no sirva para nada y no me comprenda…que siga dolido.

Me siento fatal… tengo la autoestima por los suelos. Necesito una opinión sobre todo esto, por favor. ¿ Espero a ver si se le pasa para escribirle o es mejor no dejar pasar tanto tiempo? ¿Le escribo o lo dejo así? Estoy hecha un mar de dudas.

Os pido disculpas por la extensión pero no he sabido resumirlo más.
Gracia a todos.