Abandona los grupos. Rompe esas pesadas cadenas. Otra opción es desatenderlos, de forma aleatoria y arbitraria. Todo lo que sea distinto, es bien recibido. No hay mejor aventura que la soledad y la introspección. Se hacen imprescindibles unas vacaciones por el desierto (por supuesto, vacaciones austeras y muy espartanas) para comprender el básico funcionamiento de la sociedad. Con lo cual, eso del amor y la compañía adquieren otra dimensión. Se reducen a lo que son (pues, por lo general, son demasiado importantes). Vives mucho mejor. Trasciendes. Todo ventajas. Ruptura, soledad, vida espartana, solaz y agropecuaria, a tope.