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Iniciado por Mayara39

Yo estuve en el lado de tu mujer. Tenía un marido maravilloso, una relación de 15 años, dos niños pequeños, y me sentía feliz. Quería a mí familia. Hasta que conocí a alguien que me hizo sentir "las mariposas" de nuevo. Y como tú mujer, caí en ello. Pero no es tan frío como lo describes. Yo me sentía culpable, en dilema constante, pase de una vida feliz y tranquila a una tormenta emocional, de dudas y sin saber cómo salir de la situación. A mí marido le quería, y aún así, no sabía cómo decir "No" a esa sensación tan placentera que es enamorarse. Fui egoísta, cobarde, y en el pecado fue la penitencia creeme. Las personas no somos blancas ni negras. No somos seres de luz que nunca nos equivocaremos ni seres malvados que actuamos con frialdad y sin sentimientos. En mi caso, fui afortunada. Mi marido fue capaz no sólo de perdonarme sino de ayudarme a ser una mejor persona. Aunque al principio fue duro, fuimos capaces de reconectar de nuevo, de una forma distinta a como era antes, sin la idealización del principio.Y he de decir que soy más feliz que nunca con el. Y que aunque le fui infiel en el pasado ya no volvería a serlo. Los errores nos ayudan a crecer, equivocarse en un momento de tu vida no significa que siempre volveras a hacerlo, porque la vida cambia, las personas cambiamos. El ejemplo de mi marido, su madurez y amor me han hecho darme cuenta de lo que de verdad importa. Y le amo realmente. Sólo quería compartir contigo otra experiencia distinta, porque las situaciones tienen muchos matices y nadie está en el corazón de nadie para juzgar a la ligera lo que hay en su interior.

Iniciado por Diazepam

Estas historias me hacen pensar que el mayor daño que nos hacemos las personas a nosotras mismas y a los demás no viene de la maldad, sino de la pura cobardía.

Iniciado por Aliada

¿sentido común? en realidad los niños no entienden las cosas de los adultos y sólo repiten lo que oyen.

Iniciado por Aliada

¿sentido común? en realidad los niños no entienden las cosas de los adultos y sólo repiten lo que oyen.

Iniciado por Odile

Eeeh, lo que causa traumas a los niños son los dramas delante de ellos, no el divorcio en sí. De hecho yo de pequeña fantaseaba con que mis padres se divorciaran. Que fuera pequeña no quería decir que fuera imbécil y no supiera que juntos no podían estar.

Por cierto, una vez ví un vídeo de youtube en el que preguntaban a niños soluciones a problemas amorosos, y asombra ver como las criaturas a pesar de su edad muestran más sentido común que muchos adultos

Iniciado por fj bulldozer

El divorcio de un matrimonio, siempre origina traumas a los niños; pero peor es que los niños sean testigos de cruces de palabras, insultos e intercambio de golpes.

Iniciado por No Registrado

Lo siento porque le quieres,es imposible dejar de querer a esa persona tan importante en tu vida de repente,pero el sentimiento de decepción y sentirte traicionado perdurará más en el tiempo que las ganas de tu esposa de que le perdones,ahora le ves arrepentida pero ese sentimiento irá desapareciendo a medida que le des confianza,y te volverán los truenos a tu cabeza,no podrás vivir con ello.Protegete a ti y a tus hijos e incluso a ella también pues es su madre y tu felicidad depende de la de ellos también.
Animo

Iniciado por No Registrado

Lo tengo claro, me ha sido infiel. Mucho, de la peor manera. Sin cargo de conciencia, durante mucho tiempo y con ganas de mantenerlo en el tiempo. Muy duro.

De no haber niños de por medio estaríamos separados ya. Pero tenemos 3 niños. Son pequeños y necesito pensarlo bien. No quiero tomar una decisión en caliente.

Todos los días recuerdo lo que he visto e imagino lo que no he visto y sufro. No sé que hacer.

Iniciado por No Registrado

Es algo que se pasó por mi cabeza en las primeras semanas.
¿Debería decírselo a la pareja del amante?
¿Por qué motivo? ¿Para hacer daño al amante? ¿Por decirle a esa mujer, que no conozco, la clase de hombre que tiene por esposo?

Hasta ahora ha pesado más no extender el dolor a más personas. Nadie salvo el amante, mi mujer y yo sabe nada. No quiero que esa mujer, sus hijos y su familia pase por lo que yo he pasado.

¿Querría esa mujer saberlo? No lo sé. Sé que no me voy a arrepentir de no decírselo y puede ser que sí me arrepienta de decírselo.