Pues a ver, nacemos casi con todo en blanco, con nuestra cabeza vacía, aunque tengamos ciertas predisposiciones debido a la genética.
A medida que vivimos, y según con cómo vivimos nuestro cerebro incluso va cambiando de forma, creando nuevas conexiones entre sus neuronas, nos potencia o nos atrofia determinadas partes del cerebro. En cierto modo cada uno nos volvemos, "raros" a nuestra manera, no hay dos personas iguales, todos nos volvemos peculiares en cierto sentido.
Ya si es extravagancia... bueno... Qué narices, a veces hay que destacar entre las tonalidades de gris.