Muapp, Un Tinder en el que los hombres sólo pueden usarlo si son aceptados por chicas

Wildcat · 08-Feb-2016

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Iniciado por MissWeirdo

¿Porque generalizan para TODO? Yo he estado en aplicaciones de conocer gente y nunca busqué sexo. La mayoría no hace a todos los usuarios iguales. Yo digo que el 90% buscan sexo pero no porque casi todos quieran sexo por eso todos van a querer lo mismo. Uno de mis exes lo conocí a través de Badoo y fue algo formal, con el que estoy ahora también lo conocí de esa aplicación. Los chicos de internet me han tratado mejor que los que he conocido en colegios y fiestas decentes. Lo que pasa es que no todos tienen esa suerte de encontrar un amor de esa manera.

Por alusiones, debido a mi feroz crítica hacia una aplicación de uso casi generalizado como es Tinder (no hablo de Badoo, porque escupiría sapos y culebras): naturalmente que existe de todo, y hay personas para todo, es innegable, pero usted ha de ponerse en el pellejo de un hombre corriente.

Si a usted le dan a elegir entre encontrar diamantes pequeñitos picando roca, en un lugar tranquilo, o rebuscando en un estercolero, plagado de hombres, que se medio matan por el tesoro, respirando olores nauseabundos y encontrándose frecuentemente con bichos, ¿Qué elige?

Jamás he entrado en Badoo y jamás entraré. Dirá usted que es una oportunidad que me pierdo, que me pueden los prejuicios, etc. pero al igual que aborrezco los antros discotequeros, en los cuales se pierde tiempo y dignidad, tampoco me voy a dejar seducir por la facilidad de hacerme una cuenta en una red social de ligoteo, y ponerme a escribir, intentando ser más convincente, valioso y atractivo que un jovencito enseñando cacho con un 'hola wapa', en un lugar donde mi género está degradado, por los suelos. Paso.

En el Tinder se han encontrado parejas, pero ocurre tres cuartos de lo mismo.

Y el sistema que se describe en este hilo, en fin, vomitivo. Internet para ligar era un lugar que molaba cuando aún no era popular. Ahora resulta -a tenor del primer post- que tengo que demostrar ser un hombre 'auténtico', recibir autorización, y bulas papales, de vaya a saber usted quién. Acabáramos.