Una amada mía puede con total consentimiento y de oficio soltarme un guantazo, si llevando ella este tipo de lencería, me pongo a mirar a otras mujeres, por tonto
El Faro es de los míos. Yo me imagino la chica que me guste con estos ligeros atuendos, suficiente como para que esté toda la noche sin quitarle el ojo de encima