-Estoy bien
-Tranquil@, no pasa nada
-No, no lo sabía
-No me he dado cuenta
-No puedo venir
-Ya lo tengo casi acabado
-Síii, ya se ve que es una excelente persona
-Ni idea
-Sí, claro que sé de qué me hablas
-Te entiendo
-No entiendo
-Esta tarde sin falta bajo al super
-Mañana sin falta empiezo a hacer dieta
-Mañana sin falta cambio la ropa de temporada
-Fumaré menos
-Lo tengo clarísimo
-¿Quién? ...ah, sí, alguna vez lo he visto...bueno, sí, está bastante bien
-No, a mí no me ha dicho nada
-¿Quiéeennnnn? ¿Yoooo? Qué vaaaa
-No entiendo la pregunta
-Bah, eso lo tengo superado
-Mmmmmmmm...¡Qué bueno! ¿puedo repetir?
-Qué bonito
-Ja! No volvería con él ni muerta
-No le echo de menos, en absoluto, las cosas están bien tal y como están
-Esto es muy difícil
-Esto es facilísimo
-Uffff, y tanto, tu hij@ es listísimo, sí
-Qué bueno/a es tu hijo/a, una pasada
-...y me lo pasé genial yo solita en casa, viendo una peli, tranquilita
-Una manita de pintura y esto quedará genial
-Qué guapa va la novia
-Uy, perdona, he marcado tu número por error... bueno, y ¿cómo estás?
-No, no estoy nerviosa, es que estoy distraída, perdona
-Sí, te he oído palabra por palabra
-¿Por qué dices eso?
-Yo qué sé...
-Sí, sí, me acordaré
-La fiesta estuvo muy bien, me divertí mucho
-Se acabó
-¿Tú crees? Pues yo no he notado nada, bah, no te emparanoies
-Bueno, sí, hablamos a veces, pero eso no significa nada
-Y así ad infinitum
|