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Iniciado por She
La cosa es esta; Apsara: yo he estado poniendo de mi parte para ver qué pasaba, a ver si estaba siendo borde o las había ofendido de algún modo y, salvo lo que he contado ya de mi novio, no he hecho nada que haya podido hacer que se enfaden y a consecuencia de ello me ignoren. Yo me he distanciado después de mucho tiempo de que me pisen y me ignoren, meses incluso ¿Cómo no iba a distanciarme?
Nuestra amistad ya ha terminado, claro está. Ellas tendrán sus motivos pero el mío es que pasan de mi, así que me buscaré otras amistades que la uni es muy grande.
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Sé es difícil saber exactamente la razón de su indiferencia si no se los preguntas. Quedarse callada y no hablar por que te ignoran no es un buen método para enterarse que es lo que realmente está pasando con su actitud hacía ti.
Te contaré de
la amiga de una de mis amigas que abordamos la charla del porque no me agradaba, eso sucedió en el 2007:
El arte de tener amigos es un trabajo más complicado de lo que parece.
Un buen amigo es aquél que nos permite hacer de lado las máscaras, hablar de nuestros secretos, de la familia, la pareja y el trabajo. Un amigo es el mejor hombro que puedes tener.
Sin duda, lo más difícil en estos casos es romper la relación víctima-victimario que se ha creado. Para mí las amistades tóxicas, son seres atormentados por cuestiones que no han podido resolver y se desquitan con quienes parecen vulnerables. Ahora bien, si ella no pudo vivir en paz consigo misma, ése era su problema, no el mío.
IPSO FACTO, si ella no dejaba de ser verde (
es decir que el verde es alguien que usa doble cara, contigo son lindas, pero a tus espaldas, te clavan una daga), entonces se emprende la retirada.
Eh, bueno yo pensé qué tal vez una de mis amistades era así, bueno no pensé si era. No sé en qué momento se dio cuenta de que estaba perdiendo mi amistad,
pero el día 16 de Junio fuimos a un bar. Por pura casualidad tuvimos una charla que dejo las cosas claras (
en lo que cabe “claras” pues estábamos ya muy ebrias). Nunca me gustaba estar a solas con ella, cuando la veía me sentaba al otro extremo de donde se encontraba. Cuando contaba sus chistes yo no me reía, y cuando volteaba a verme le echaba una mirada de soslayo. ¡huy! Y cuando platicaba de su relación sentimental me criticaba emocionalmente pues en aquel año estaba soltera. Ahora bien, antes no era así, cuando la conocí,
Uno, (
Apodándola Uno por ser la primera que conocí del grupo original del círculo de amistades del bachillerato.) nos presento. Se me hizo simpática, cayéndome bien. Después se hizo un novio de la Uni y era más divertida. Cuando terminaron volvió a ser simpática. Pero, cuando empezó su relación con otro chico de la Uni. ¡Ayayay! Su carácter cambio, sus chistes (
Hacía mí) eran ofensivos, me tachaba de bruta, tonta, lerda, frígida…eh…bueno ya captaste la idea, sobre la percepción que tenía de mí en cuestiones del tema del amor. Y sí estaba sentada a un lado de ella me daba de sopapos. Antes la toleraba pero después empecé a contárselas cada vez qué me decía algo: -
“Va una…van dos…van tres… está fuera”-. Fue entonces cuando me desconecte de su vida. No quería saber nada de ella. En ese año no asistí a su cumple, y cuando supe que iba a las clases de salsa sólo me limitaba a sonreírle y ponerme lejos de ella, después de todo venía con Uno, platicaría con ella y no me diría pullas. Después de las clases nos sentábamos a tomar un respiro.
No toleraba su presencia siendo indiferente cuando la veía.
Bueno volviendo a nuestra noche del 16 en el bar, Uno, Dos, y Tres, fueron al baño y me dejaron sola con ella. No quise sentirme como maniquí en el aparador. Por lo tanto, la trataba como una conocida con charlas cortas y de respuestas rápidas. Fue entonces cuando ella me preguntó:
-“¿Porqué cambió tu opinión sobre mí?”
-¿Preguntó lo que creo que preguntó?
"-¿mandé?"- le dije-
"¿a que te refieres? ¿Qué opinión?"-. Fue entonces cuando me contó que sintió que me empecé a distanciar de ella. Pero donde en verdad noto que la amistad andaba mal fue en nuestra Posada, cuando no le di su regalo de navidad (
hacía manualidades en donde a cada una le entregaba su bolo). En eso le confesé lo que pensaba de ella, y le conté todo lo que acabas de leer:
“Qué era simpática, lo de sus novios de la Uni, bla,bla…” Me dijo que lo hacía sin mal, que sólo quería incluirme en las pláticas, porque me veía muy rezagada (
por ser la única soltera del grupo). Tal vez uso el método equivocado para incluirme en pláticas cualquiera o de parejas, pero el odio (
Sí, confieso que la llegue a odiar) es un sentimiento en el que se invierte mucha energía y cansa. Así que decidí perdonarla.
Borrón y cuenta nueva.
Así qué a finales de ese mismo año fui a su despedida, antes de que se me fuera a Brasil a continuar con su carrera.
Tachándola de mi lista de amistades tóxicas.
Es que si no se habla no se sabe que es lo que está pasando que hace que la amistad se tuerza a un punto de romperse. No teniendo idea en donde estuvo el fallo.