Miedo a que se me acerque algún hombre...

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Hasta hace cuatro meses, me sentía una persona normal. Nunca he tenido problemas con los hombres, pues en general siempre he gustado. Pero desde que conocí a uno en concreto, mi vida ha cambiado totalmente. Soy consciente que estoy enamorada de él como nunca antes y eso que tengo más de cuarenta años. El problema radica que no hay confirmada ninguna relación porque este hombre viene cargadito de problemas circunstanciales y no esta por la labor de formalizar nada. Mientras yo sigo mi vida, pero me cuesta mucho trabajo quedar con otros hombres, incluso aunque sea con la perspectiva de solo amistad. Cuando se me acercan o me miran con ojitos degollados, me entra el pánico, temo que vayan a besarme y no sé cómo puedo reaccionar, pues no me gusta desilusionar a nadie, ni crear espectativas infundadas. He llegado a pensar, que les tengo fobia a los hombres y que aunque no saliera adelante mi relación con el chico que me gusta, nunca más voy a poder besar a nadie. Eso me produce una gran ansiedad.

Ava

¿No será que estás más predispuesta a pensar de manera romántica en los hombres? Quiero decir, ahora que te has enamorado piensas en ello más a menudo y ves las cosas de otra forma.

Otra cosa, ¿miedo por qué? no acabo de entenderlo.
Eres libre de hacer lo que quieras con quien quieras, pregúntate a ver si este señor te ama tanto como tú a él porque si no es así no tienes ninguna responsabilidad.

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Pues tienes toda la razón del mundo, ahora tengo una perspectiva diferente, como si todo fuera más romántico y no veo que ningún otro hombre esté a la altura.

El miedo radica, en que no me gusta nada que se me acerque demasiado ningún otro hombre que no sea el que me gusta. No quiero que nadie me robe ningún beso y eso que alguna vez he hecho la cobra. Pero realmente de pensar que me vuelva a suceder una situación parecida del pasado (chico me besa sin yo quererlo), me crea tensión y procuro tenerlos lejos.

Ciertamente soy libre, pero mi corazón está con esa persona. Y de momento, aunque no hay nada dicho, los hechos y el día a día va hablando por sí solo.