En líneas generales, toda relación en la que ambos miembros de la pareja estén mal anímicamente o deprimidos, o similiares, es una relación que va a darse en una muy baja frecuencia, porque ambas personas están demasiado metidas en el ombligo de sus problemas como para tener la generosidad y la disposición de entregar lo mejor de sí al otro. Más bien estarán ahí para ver si es el otro quien les da algo a ellos.
Sería aconsejable que ambos os hicieseis responsables de vuestras respectivas problemáticas a título individual, buscando la ayuda que haga falta y siendo comprensivos el uno con el otro y con vuestros tiempos de recuperación (en caso de querer seguir juntos). Si estáis ambos en una depresión o parecido, primero es la depresión y luego la pareja, no al contrario. Para que el amor florezca, no puede sembrarse en tierra baldía, seca o repleta de malas hierbas. Hay que limpiar, cuidar, abonar y preparar el terreno antes de sembrar.
Cita:
Hasta hace muy poquito tiempo la relación era estupenda y todo funcionaba a la prefección
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Porque hasta ahora, os había funcionado la etapa de enamoramiento para evadiros durante un tiempo de los problemas que acarreabais los dos antes de conoceros. Pero el enamoramiento dura lo que dura y cuando deja de hacer efecto y baja la intensidad...vuelven los problemas. Es cada persona quien ha de tratarse y curarse lo que tenga, nunca es una labor ni un deber de la pareja, que dicho sea de paso ni aún poniendo toda la voluntad del mundo, tiene poderes mágicos para curar depresiones o insatisfacciones con uno mismo y la propia vida.