Poco que añadir a lo dicho por otros usuarios, excepto que hemos visto una prueba más de que nunca hay que dar una oportunidad a alguien que ha demostrado no merecerla por mucho que se arrodille y suplique. Al contrario, es una señal más de huída.
Alguien que suplica es alguien que sabe perfectamente que la relación que intenta conservar sólo le beneficia a él y perjudicará a la otra persona. Si estuviera dispuesto a ser una pareja como Dios manda jamás suplicaría.
|