Mi padre está con una prostituta

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Tu padre puede hacer lo que quiera y con quién quiera, es su vida. En muchos países la obligación legal de los padres termina cuando los hijos ya son mayores de edad. La obligación moral (no necesariamente económica) es buena tenerla siempre y cuando nos la quieran dar. Muchos padres no acarician ni besan a sus hijos cuando son pequeños pero eso no indica que no los quieran. Para muchos padres darles a sus hijos techo, comida, vestido y educación es su forma de quererlos.

Si la situación de tu país se hubiera mantenido por 30 años entonces él sí tendría razón al decirte que a tu edad ya había conseguido muchas cosas. Pero en la gran mayoría de los países la vida ahora es más difícil que hace 30 años.

Ok, aterricemos: tu madre sufrió mucho durante 7 años por su enfermedad y eso tú no podías cambiarlo, era su destino. Pero desde hace 8 años ella sigue sufriendo más viendo cómo se te va la vida con tu depresión. Pero esa situación sí la puedes cambiar pues no es tu destino. Hay millones de personas que con gusto cambiarían su vida por la tuya. Aprecia lo que tienes. Ni tu padre ni tu hermana ni tus amigos van a cambiar tu vida. El único que lo puede hacer eres tú, y tu madre estaría muy orgullosa de ti.

Es verdad que en la vida hay muchas injusticias pero muchas veces no podemos hacer nada. Incluso hay injusticias divinas como la que sí permite que la luna pueda salir de día pero el sol no pueda salir de noche.

Reflexiona, medita, levántate e inicia esa nueva etapa de tu vida que te espera.

¡Éxito!

dadodebaja51216

Gracias sois un apoyo.

Igual suena duro, pero hoy le dije que lo siento, pero que es un desgraciado, sí le dije eso. Que nunca estuvo como padre, nunca. Siempre criticaba todo lo que hacía, y que para mí no lo siento como padre, lo tengo por un señor que no me tira de la casa que era suya y de mi madre, por el que dirán.

Pero eso es lo que siento. Y para no hacerme mala sangre, he cortado todo contacto con él, lo siento, pero ya le dije que lo que siembra recoge.

No siento remordimientos, me siento en paz. Y ahora sí puedo centrarme en mis problemas.

Ya sufrí bastante durante 7 largos años por la enfermedad de mi madre, y esto no me lo merezco sinceramente, no merezco comerme la cabeza con un padre así. Que le vaya bien y ya está. Pero me despego de él.