|
Usuario Experto
Registrado el: 05-January-2009
Mensajes: 315
Agradecimientos recibidos: 1
|
Al principio te quisiste morir cuando descubriste bajo su cama la pila de Playboy, o la película triple X disimulada bajo la colección de temporadas de Lost. No supiste siquiera qué decirle, y te hiciste la tonta. ¿Cómo puede ser que un hombre tan dulce, que no teme abrir su corazón y mostrar sus sentimientos frente a ti, sea fanático de la pornografía? Antes de encararlo, lo hablaste con tus amigas, y descubriste que, después de todo, no es algo tan extraño: son muchos los hombres –si no todos- los que, en secreto o a viva voz, disfrutan de escenas eróticas o sexualmente explícitas, ya sea en revistas o en video. Desde que Internet se volvió un medio de consumo masivo, también se facilitó el acceso a material pornográfico, por lo que no hay manera de controlar qué ve o qué deja de ver tu chico. ¿Qué puedes hacer?
¿Debo preocuparme?
Para empezar, has de saber que el hombre suele excitarse con mucha facilidad con estímulos visuales. De ahí que la pornografía, que a ti puede o no serte indiferente, a ellos necesariamente los provoca y los interpela. Además, las películas y las revistas pornográficas están en su mayoría destinadas a un público masculino, por eso muchas mujeres dicen que les resultan graciosas, repulsivas o indiferentes, cualquier cosa menos excitantes.
Si hay algún motivo para preocuparse es en el caso de que tu hombre no mire pornografía estándar, sino que su elección oculte otro tipo de preferencias sexuales. Seamos claros: acción “clásica” entre chicas, tríos, sexo vaginal, oral y anal (incluso todo a la vez) y demás está todo bien, pero si encuentras un video gay triple X, lamentamos decirte que lo más probable es que tu novio sea homosexual y no esté preparado para asumirlo. En cuanto a contenidos de violencia explícita –violaciones reales, mutilaciones, torturas y demás, que además son ilegales- todo esto es propio de una mente perversa. Ten mucho cuidado, no sea cosa que esté pensando en poner en práctica contigo ese tipo de fantasías.
¿He de enfrentarlo, o lo dejo pasar?
Si es normal que, de vez en cuando, tu chico se “castigue” con una sesión de cine porno, ¿hace falta que él sepa que tú estás enterada? Depende. Para empezar, él no necesita tu permiso para hacerlo o dejarlo. Por lo tanto, si tienes pensado encararlo para convencerlo de que abandone esa costumbre adolescente, estás perdida. Sin embargo, si tienes la mente lo suficientemente abierta como para aceptar que te incluya en su menú –y poder compartir una película juntos-, coméntale como por casualidad lo mucho que te excita la pornografía y sé tú la que sugiera compartirla. Seguramente estará feliz y sorprendido de tener una compañera tan dispuesta a experimentar. Y, créenos, no va a dejarte afuera.
¿Cómo hacer para que vea menos?
Si eres una de esas chicas que no soporta la pornografía –ya sea porque consideras que denigra a la mujer, o porque sientes que él la prefiere a tu compañía- lo mejor que puedes hacer es no decir nada al respecto. A cambio, procura concederle tú alguna de las fantasías que, hasta ahora, experimenta en solitario. Tal vez eres un poco cerrada en lo que al sexo se refiere, y tu chico esté precisando más acción. Esto no quiere decir que renuncies a tus propios deseos y aceptes organizar una orgía y transmitirla por Internet. ¿Qué tal una fantasía más inocente? ¿Por qué no animarte con los disfraces, las esposas o algún otro juguete erótico? Incluso un nuevo juego de lencería provocativa puede sorprender a tu chico. Recuerda: si lo dejas delirando tú, será menos probable que te reemplace por mujeres que sólo existen en el papel o en la pantalla del ordenador.
|
Mode Lineal
