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Debes afrontar la realidad: ese chico tan seductor, al que quieres tanto y con quien compartes tan buenos momentos, es terrible besando. Y no es el único: hay muchas personas que carecen de técnica a la hora de besar. En general, aquello por lo que las chicas se quejan más es que su novio usa demasiado su lengua a la hora de darles un beso. Y si bien todas amamos los besos franceses, que te introduzcan la lengua hasta el fondo de la garganta no es ni romántico ni tampoco sexy.
Sin embargo, no es fácil afrontar la situación de tener un novio que no sabe besar. Algunas optan por rechazar sus besos con cualquier excusa. Otras, aguantan por un tiempo hasta que finalmente terminan por romper la relación, todo antes de atreverse a hablar con él. ¡No cometas estos errores! Tú puedes ser la que tome las riendas de esta situación y le enseñe a su novio a convertirse en un excelente ‘besador’. Aquí te sugerimos algunos consejos para hacerlo.
Un beso vale más que mil palabras
La mejor manera de enseñarle a tu novio a besar es… ¿adivinas? ¡Por supuesto, besarlo! Dile que por una vez quisieras cambiar los roles y ser tú quien lo bese a él. O no le digas nada y hazlo, aprovecha para mostrarle cómo se puede ser más seductor utilizando más los labios y sin usar tanto la lengua, o haciéndolo poco a poco y no de golpe. Si él nuevamente trata de introducir su lengua en tu boca, retírate un poco, míralo a los ojos con ternura, y vuelve a besarlo suavemente. Lo más probable es que no tengas que dar explicaciones. Después de todo, un beso vale más que mil palabras: tu novio no tardará en comprender cómo te gusta ser besada. Haz este ejercicio algunas veces y pronto comenzarás a notar que mejora su técnica, casi sin que él mismo se dé cuenta.
Hablemos
Si, pese a tus esfuerzos, encuentras a tu novio reacio a cambiar sus pobres técnicas de beso, lo mejor será que se lo digas. Pero, ¡cuidado! Jamás le digas algo como ‘tú no sabes besar’ o ‘besas mal’. Habla con él sin insultarlo, sin criticarlo ni levantar su tono de voz, pues de esa manera herirías su ego. En lugar de decirle que es él quien no sabe besar, enfoca la charla en ti. Dile que eres tú quien quiere ser besada de tal o cual manera, que a ti te gustan cierta clase de besos. Sonríe y sé amable y gentil, para que él no se sienta rechazado.
Una buena táctica a la hora de tener estas charlas tan difíciles es la ‘técnica del sándwich’: cuando debes decirle algo negativo, ‘haz un sándwich’ con dos elogios. Por ejemplo, prueba decirle: ‘¡Me encanta la textura de tu labios! En lugar de usar tanta lengua, ¿por qué no me permites sentir a tus labios por más tiempo sobre los míos? ¡Así, eso fue perfecto!’. De esta manera, la crítica queda mitigada y es menos probable que tu novio se enoje.
Práctica, práctica, práctica
Tanto cuando se trata de besos como también de otras cosas que uno hace en pareja (ya sean salidas, discusiones, o planear un viaje juntos) es de esperarse que las cosas no salgan del todo bien en un principio. Por fortuna, tenemos la posibilidad de aprender de los errores. Tal vez lo que tu novio necesite sea tiempo, tiempo para conocerte y descubrirte. Bésense mucho, practiquen hacerlo hasta descubrir exactamente el ritmo de la pareja, respetando los tiempos y los espacios de cada uno. El beso perfecto, ese que siempre soñaste, no te lo han dado aún. Está esperándote: ¡ve por él!
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