No es fácil, la querrás mucho... pero tú sabes que la solución para acabar con ese calvario (porque lo tuyo es un calvario) es dejarla.
Ahora la quieres mucho, pero no te preocupes, que llegará el día en que la aborrezcas, aunque ella no lo crea. Llegará el día en que no soportes su voz chillona, sus morros, sus pataletas, sus manías, sus desplantes, sus sinsabores, sus gilipolleces y un largo etc., que te amargan y te roban la vida.
Te darás cuenta de que eres o ella o tú, pero al final vencerá tu instinto de superviviencia y la mandarás a donde se merece estar.
Libérate cuanto antes de esa desequilibrada.
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