Mi marido me lleva por el lado oscuro: un juego cada vez más serio

HelenPer

Ante todo, quiero pedir disculpas, si he ofendido a alguien, al contaros mi vida personal y mis preocupaciones, de verdad que no pretendía molestar, tan solo hablar con alguien de lo que me ocurre. Como es un tema delicado que tiene que ver con sentimientos y pulsiones sexuales muy íntimas, no puedo hablarlo con mis amigas o mis padres, porque siento una vergüenza insuperable que me impide discutirlo cara a cara, por eso he elegido este cauce, pero si a alguien le resulta violento o intolerable el relato de mi vida emocional, por favor, pido humildemente disculpas y os propongo darme de baja del foro, lo digo en serio, no es ironía; supongo que este canal está para debatir y pasar un buen rato y no quiero amargar a nadie con mis cosas.
Luego, respecto al ejemplo que doy a mis niños, estad seguros de que, como para cualquier madre, ellos son lo primero para mí, incluso muy por encima de su padre, del que estoy profundamente enamorada, y podéis tener la total certeza de que no asisten a nada a lo no pudiesen asistir en la calle a plena luz del día. Por supuesto, nuestras relaciones más íntimas ocurren entre las cuatro paredes de nuestro dormitorio, cuando ellos están durmiendo en su habitación o no están en casa.
Respecto al ejemplo, es injusto insinuar, que soy o somos un mal ejemplo para los niños. Mi marido no es un monstruo ni una mala persona y está de acuerdo en que no podemos educar a los niños siguiendo malos ejemplos; mi niña tiene cuatro años, el niño, el mayor casi ocho, cuando por ejemplo mamá dice hay que recoger la mesa, nos levantamos todos, mi marido también, y lo hace para dar ejemplo ante los niños y enseñarles que todos tienen que ayudar en casa, el niño, el mayor, es el que más ayuda en casa, la niña, como es pequeña y desobediente siempre escapa. Si algo malo pasase en casa, mucha gente ya se hubiese dado cuenta y, cuando menos, nos hubiesen llamado del colegio, pero, al contrario, son niños sanos y felices, que juegan y van al parque con sus amiguitos y ni tienen miedo de papá ni de mamá. Distinto es lo que hacemos nosotros cuando estamos solos o los niños están jugando o simplemente están a otra cosa.
Por otra parte, cuando hablo con mis amigas, no veo que ninguna de ellas tenga una vida muy distinta a la mía, siempre se quejan de que no saben que van a hacer para cenar o que están cansadas de limpiar y ordenar en casa, que si deja de llover, para tender la ropa, que si la lavadora, la plancha, etc… La ironía de todo esto quizás sea que el mundo está tan mal que mis congéneres llevan una vida no tan diferente a la mía…Muchas de mis amigas se quejan de su vida sexual. Yo, de eso no, os lo juro.
Respecto al ejemplo que soy y el retroceso que supongo para la condición y dignidad femenina, no me puedo pronunciar, solo hablo por mí misma y no pretendo ser un ejemplo para nadie, ni que mi conducta deba constituir un modelo para educar a las mujeres del futuro. Soy profesora y en el aula toca a veces hablar de igualdad, de derechos humanos y de política; os aseguro que defiendo de forma tanto teórica y como activa la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y los derechos humanos, como no puede ser de otra manera, también acudo todos los años a la manifestación del 8 de marzo, pero, fuera de la esfera pública y profesional, en el calor de mi hogar y la intimidad con mi pareja, hago lo que creo que todo ser humano hace: intentar ser feliz, y yo lo hago dando satisfacción, dentro de lo posible y razonable, a los deseos que me dicta lo que, siendo también yo mujer, tengo entre las piernas.
Puede que yo tenga una perversión sexual, aunque tampoco a los modernos psicólogos les gusta hablar en estos términos, pero no soy una loca, ni una ignorante; tengo dos carreras universitarias, hablo varias lenguas, soy traductora y los libros y la vida intelectual constituyen la segunda de mis pasiones, después de mi condición de ama de casa y criada de mi marido e hijos; soy independiente en el sentido de que no hago esto forzada por la falta de dinero, ni me he sometido a un hombre obligada por la necesidad económica; la decisión que la he tomado libremente, guiada por el corazón y el deseo. Quizás lo que ocurre es que soy una viciosa, eso puede ser, aunque a cualquiera le resulta difícil definir qué pueda significar eso. De verdad, perdónenme si he molestado a alguien, se lo pido de corazón y sin acritud.

Elocin

Lo es en el momento en que te metes en el papel de otra persona. Y seguramente se refleje también en el terreno sexual.

El problema que le veo, es que aquí hay una lucha de personalidades: la real, la que llegó a ese matrimonio, la que tenía cierta independencia y su forma de pensar, y la que se han creado para interpretar este matrimonio del siglo pasado. Y no hay hueco para ambas interpretaciones si no se limita cuándo debe actuar cada una.

A mi entender, se está llevando al extremo donde la fantasía supera a la realidad y abarca la totalidad del día. Por eso las angustias y la ansiedad por el futuro, porque al final, también forma parte del papel de mujer sometida, y es la parte real que lucha por tener su resquicio en el día a día.

A mi me gusta también adoptar el rol sumiso, pero solo en lo sexual. Aún así, a veces me siento incómoda porque simplemente se necesita variedad, o mi parte más dominante también quiere tener su minuto de gloria alguna vez. Aquí no, aquí se está acallando esa otra parte.. y el mayor problema que le veo, no es pensar si su marido acabará dejándola, si no, cómo actuará si eso pasa, habiendo dado tanto poder a una parte que necesita sumisión y control por parte de otro.

Elocin

Corrijo mi última participación viendo lo que ha comentado Helen.

Entiendo pues, que la sumisión se reduce al aspecto íntimo, al sexual.

El problema entonces es "menor". Si en casa delante de los niños hay respeto, equidad en el reparto de tareas, y no es solo ser una sirvienta, no se está dando ninguna mala imagen.

Y es más, el feminismo aboga por la libertad de decisión de cada persona. Si una mujer decide que quiere hacer de ama de casa, ocuparse de las comidas, de su marido, y de sus hijos, no veo porqué debamos concluir que es algo negativo o que es un paso atrás al feminismo. Mientras no haya subyugación, sea consentido y una elección, pues eso, igual que quien prefiere no tener hijos y dedicarse al trabajo.

Lo que no entiendo entonces la angustia que sientes. Yo pensaba que adoptar ese rol tanto tiempo te estaba hiriendo de alguna manera, pero si explicas que es solo en la intimidad, bueno, el consejo sigue siendo el mismo : hablar con tu pareja. No te va a querer menos por no querer participar siempre del mismo juego. A lo mejor necesitas alguna vez tomar tu las riendas y que sea él quien se incline a tus deseos y no a la inversa, ser tú quien tenga el poder (aunque creo que la parte sumisa también tiene mucho poder, eh).

Klade Ross

Cada uno tiene sus gustos y si estan bien con eso, no hay problema

Madame Macabre

Lo importante es que no te sientas en la obligación de hacerlo y que lo haces porque realmente te gusta ese estilo de vida( en mi opinión del siglo pasado,pero bueno cada quién con lo suyo).

Si te agobia la situación y sientes que te estás engañando a ti misma,por el simple hecho de complacer a tu marido o a los principios que te han inculcado,es entonces cuando deberías de considerar que todo tiene un límite.

No tengas miedo a ser tú misma y haz lo que realmente te haga sentir bien y feliz.

Estoy un poco confundida con todo lo que dices,pero bueno,ese es mi consejo.

Elizabetta

A ver si nos aclaramos, eres tú la que dice que se siente insegura, que estos juegos o roles te causan ansiedad, que estás confusa...

Luego dices que disfrutas de ellos, después dices que te sientes cansada, agotada, que los roles no sé dan solo en el aspecto sexual y luego dices que si, que solo se dan en el ámbito intimo de la pareja.

Yo te decía que si esos roles de él mandando y tú obedeciendo se extrapolaban a la rutina del día a día, para los niños no me parece un buen ejemplo, porque era adquirir unas vivencias que hoy en día ya no están vigentes, porque son comportamientos de familia de los años 50 ó 60.

Yo con mis amigas lo hablo todo, lo íntimo, también, entonces no logro entender, si encima estamos hablando de una relación tan maravillosa para todos, como es que tú no eres capaz de hablar con las tuyas la experiencia tan increíble que estás viviendo con tu marido.

Te contradices muchísimo.
Otra cosa, este es un foro donde cada persona es libre de expresar lo que siente, y no lo puedes limitar.
Aprende de todas las opiniones y quédate con lo mejor de cada una.

Ruth78

Yo no he dicho nada porque me cheiraba a troll, y es que todo eso dice no hay por dónde pillarlo (además de unos detallitos de aquí y allá que me hacen chinar los ojos).

Y si todo esto "fuera verdad", y como diría Champ: (a la OP) "Te sugiero terapia"

Danteojos

Yo realmente no veo dónde está el problema. Si Helena disfruta de esa situación y, como dice, se limita al ámbito del dormitorio, me parece estupendo. También puedo entender que en un momento dado sienta inseguridades, dado que no es la suya una práctica habitual. En efecto, no lo es, pero si, como dice, le gusta..., pues adelante, a nadie hacen daño. Peor sería que le gustase el sadomasoquismo u otras prácticas similares, que también son lícitas, pero que pueden causar daños físicos a quienes las practican. En fin, que no veo ningún drama en este tema, salvo que Helena nos oculte más detalles perversos

Elizabetta

A mi esto no me parece nada normal, son modos de ver las cosas, pero lo de "he acabado por someterme, me suena fatal, lo de él está feliz es el macho alfa, aquí mando yo y todo eso"...me pone los pelos de punta.

Ella dice que le gusta pero a la vez la angustia, y eso no lo acabo de entender.

Yo no me sometería a la voluntad de nadie si eso me causara angustia, aunque para gustos, los colores.

HelenPer

Bueno, al menos, mi caso ha servido para generar debate, cosa que siempre es refrescante, sobre todo tratándose de un tema tan amplio y rico como el amor y la mujer. Que quede algo muy claro, no pretendo tener razón, ni dictar ninguna norma, pobre de mí, tan solo soy una modesta ama de casa, ni pretendo que mi hija siga mi ejemplo, ni mucho menos, solo quiero tener el derecho a decidir qué quiero hacer con mi vida y mi cuerpo y esto es llo que quiero, no tengo dudas, ni una parte de mí siente cosas raras, no, también deseo que toda mujer y todo hombre sean libres para decidir qué hacer con los su vida y su cuerpo…
No puedo evitar tener los deseos que tengo…que tengo desde mocita...
Alguien ha dicho que me contradigo, por supuesto y ¿quién no? ¿Conocéis alguna mujer o alguna persona, enamorada o no, que no se contradiga? Estoy feliz y sufro, tengo confianza y tengo miedo, tengo esperanza de que todo vaya bien y también terror ante el futuro. Estoy enamorada, tengo una familia, temo perder lo que tengo. Claro que me contradigo, sobre todo tratándose del amor, sentimiento que quisieron explicar filósofos, pensadores y poetas desde Platón hasta hoy, pero en vano, porque el amor nace de esa oscura región situada en las entrañas, no a la luz de la razón, el amor es oscuro, irracional y caprichoso, por eso los griegos y los romanos lo pintaban como Eros o Cupido, un niño sin entendimiento que, con los ojos vendados, disparaba las flechas del amor a lo loco, por eso, cuando nos gusta algo o alguien o nos enamoramos, lo sentimos, pero no lo comprendemos.
En mi caso, como mujer que soy, como en el caso, creo, de casi todas las demás mujeres, al menos de las que conozco, no soy capaz de separar amor de sexo, para mí ambos van juntos, como dos caras de la misma moneda que es imposible desgajar.
A alguien le extraña que escriba en el foro de sexo, pero ¿dónde sino? Para mí esto es amor y es sexo y no concibo sexo sin que él me domine y yo me someta, me viene a la cabeza ahora aquellos hermosos versos de Luis Cernuda: (permitidme la larga cita, tened paciencia, os lo ruego)
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.[

Mi angustia tiene mucho que ver con mi timidez en el mundo real, con no poder desahogarme delante de otra persona, no atreverme a contar mis deseos, tener siempre esta vergüenza...Aquí es distinto...y aún así me late el corazón cuando tecleo...
Con él hablo todos los días de muchas cosas…Creo que en ningún sitio existe ninguna relación idílica y esta tampoco lo es, a veces nos lo pasamos bien y muy bien, nos aburrimos, discutimos, nos enfadamos, nos reconciliamos y con lo cansada que es la vida, no vayáis a creer que hay sexo todos los días…supongo que como todas las parejas, pero además tenemos ese secreto inconfesable que nos une y a la vez nos distancia, porque para mí es mi marido, pero a la vez mi dueño y él lo sabe y sabe que me gusta y a veces da rabia y otras un inmenso placer…El mundo exterior no sabe nada, ni los niños, ni mis padres, ni mis amigas, ni mi hermana, bueno, ella es muy observadora y me comentó un día que hacía mucho que no me pongo pantalones, pero nada más...Ella no se imagina la razón, claro, la verdad es que él quiere verme siempre enfalda y vestidos, que a mí por otro lado me encanta poner…Perdonad, os ruego, que abuse de vuestra paciencia y muchas gracias por vuestros comentarios.

Dspectabilis

Sinceramente no veo nada malo en todo esto.

Una pareja con fantasías, muy pasionales y con hijos felices.

Lo unico raro, es el miedo a creer que una fantasía trastorne la realidad; pero la realidad la construimos nosotros, las reglas también, y mientras nunca se olvide que existe la libertad en toda relación, pues todo bien. Teniendo eso presente, disfruten su vida.

Ahora que ella asuma en su casa el papel de sumisa y el del dueño, pues es una fantasía, y son felices con ese juego, adelante, disfruten como niños su juego, amanse con pasión y sean muy felices... que ha eso venimos al mundo, y cuando lleguen tiempos mas calmados, tener esos recuerdos de amor y pasión serán imprescindibles para seguir juntos.

Yo tuve muchas fantasía, ninguna de ellas ocurrió en mi vida con mis exparejas y fue muy frustrante... y todas ellas eran muy inocentes, desde vestidos o dulces o juguetes... tonterías sin trascendencia... pero te deja un sensación de insatisfacción muy desagradable que no ocurran.

Pero ustedes viven esa fantasías... disfruten y sean felices.... lo que piense el mundo, es lo de menos.

GASTON80

Mientras la perversión sexual que tienes no afecte a terceros no le veo el problema.

Dspectabilis

Perdón donde existe aquí la perversión que no la veo... solo veo fantasías de pareja, juego sexuales, roles asumidos conscientemente para su propio disfrute... pero no veo nada antinatural ni como comportamiento o como instinto.

Creo que la palabras no son ni de cerca apropiadas a lo que pasa aquí.

GASTON80

Lo dice ella en su texto, quizás se te pasó por alto.

Danteojos

Yo sigo sin ver nada anormal en el comportamiento de Helena. La entiendo además perfectamente, porque también yo considero que la contradicción es algo consustancial al ser humano, siempre arrostrando problemas, dificultades y miedos que hacen muy difícil, por no decir imposible, tener las ideas claras en todo momento.

Por lo demás, confieso que me ha gustado mucho el modo de exponer tus razonamientos y muy especialmente haber traído a colación el poema "Libertad no conozco", de Luis Cernuda, que es uno de mis preferidos y que, como tal, me sé de memoria. Una maravilla. Gracias por compartirlo.

Elizabetta

Yo me quedo más con la letra de " No quiero ser tu cárcel, eso nunca", mi concepto de pareja va más en ese sentido.

Mi pareja y yo hemos llevado a cabo nuestras fantasías sexuales, casi todas, pero en el momento en el que yo me sintiera presionada para realizar alguna, no lo haría, él lo sabe.

Me costaría perderle, claro que si, pero sé que mi vida seguiría adelante, no tengo miedo a perderle, si se va, que le vaya bonito.

Las relaciones tienen unos principios y unos finales, y no hay más leña que la que arde, uno no puede estar perdiendo su dignidad para conservar la presencia de otra persona.

No entiendo el amor sin libertad y si me dan a elegir, me quedo con la libertad.