Usuario Novato
Registrado el: 19-April-2011
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Hola, vengo a contar mi historia de malos tratos, que no solamente son por parte de un hombre, sino por parte de aquellos que me engendraron, la primera vez que tengo noción de que me golpearan fue a los cuatro años con la correa por haber tirado la leche al suelo, cuando tenía siete años mi madre me dijo que no debería de sonreír en las fotos porque no tenía una sonrisa bonita que mostrar, así que empecé a odiar que me hicieran fotos poniéndome muy nerviosa y casi temblando si tengo que posar para una foto en la actualidad, siempre mi madre me ha comparado a ella diciéndome que soy más fea de cara y de expresiones que ella, yo hasta los dieciséis no me interesé por los chicos porque pensaba que no era atractiva y no gustaba a nadie, luego me di cuenta de que no, que habían muchos colados por mí, y el chico del que estaba enamorada también lo estaba de mí, pero no se atrevía a decirme nada porque todo el mundo decía que yo era imposible.
Empezamos una relación que duró 22 meses, en los que me di cuenta de que había buscado a un hombre igualito que mis padres, me encerró en su casa, no me dejaba ver a mis amigos, la mayoría amigos suyos que se había cabreado desde que estaba conmigo, me apartó del mundo. Me gritaba cuando estaba con él.Yo siempre andaba deprimida porque en mi casa mis padres me llamaban de todo por estar con él y también se metían con él por el hecho de estar conmigo, así que cuando lo veía no estaba a gusto y eso a él le cabreaba aun más. Una amiga muy especial me estuvo dando toques de atención para que abriera los ojos, y al final lo consiguió, dije de cortar, me pidió que volviéramos que no se lo dijera a nadie de que habíamos cortado que nos tomáramos un tiempo, pero yo temiendo de volver a caer acudí a la amiga que me había aconsejado y a otra de mis mejores amigas. Gracias a la amiga que había estado velando por mí empecé a salir mucho, para olvidarme de los problemas de casa y de mi ex. Le conté todo con llantos me escuchó y me consoló, luego volvieron a aparecer muchos amigos que pensaba que ya se habían olvidado de mí por como los había olvidado yo, me dieron mucho apoyo, empecé a ser feliz, volvía a salir con mi gente. Pero ese año lectivo había hecho muchas tonterías y me quedaron cuatro para septiembre, así que mis padres estuvieron muy cabreados por mis malas notas. Pegándome, humillándome... Cuando terminó el curso mis padres me dijeron que les estaba haciendo la vida imposible, que estaban hartos de mí y que verían opciones para internarme en un sitio para personas problemáticas, yo no pude más que reirme, ya estaba harta y eso colmaba el vaso, tengo 18 años, nunca he repetido, nunca he estado en nada malo con la ley, así que les dije, si encontráis un sitio avísame, con toda mi chulería, me pegó una vez mi padre, le paré la otra, y me dijo riéndose: qué? me vas a denunciar?, al final aparté la mano y le dejé golpearme otra vez. Mientras por dentro me reconcomía la rabia.
Pero eso no ha sido lo peor, han habido golpes que me han dejado hasta en el suelo.
Y ahora viene las preguntas que me hace todo el mundo, ¿y por qué no has denunciado? ¿por qué has consentido eso? Bien yo hasta cuarto de la ESO que no había hablado nunca con nadie de mi casa me parecía una situación normal, a razón de mis amigos que les conté una movida que hubo empecé a darme cuenta de que eso no era normal. Luego siempre que ha pasado algo gordo, no me he atrevido a actuar, lo he pensado en muchas ocasiones, pero al final no he hecho nada de nada. Siempre he tenido miedo, ha pasado el tiempo y ahora que tengo 18, al ser mayor de edad, me da aun más miedo porque yo quiero estudiar en la universidad, he recuperado las que me quedaron ahora en sept, y estoy haciendo selectividad estos días, y tengo decidido que si consigo meterme en la uni este año, que espero que sí, me iré el año que viene fuera, llevo ahorrando estos años y buscaré un trabajo de media jornada y ahorraré todo lo que pueda, para que el año que viene por estas fechas ya no esté en esta casa.
Lo peor de todo son las secuelas que me ha dejado o me va a dejar todo esto, como por ejemplo mis constantes depresiones, mi baja autoestima, mi desconfianza a todo el mundo que me rodea, la bulimia que superé, o lo de cortarme o hacerme daño que también lo he superado, aunque por desgracia unas cicatrices no se van a ir en la vida, y sobretodo mi miedo al contacto humano, ahora estoy saliendo con un amigo mío que lo conozco desde hace mucho tiempo, que me trata de maravilla y que me ha querido durante todos estos años sin que yo lo supiera, y la primera vez que intentó darme un beso, yo intenté corresponderle, pero me puse a temblar y a llorar como una tonta, por suerte él es un chico estupendo y me estuvo apretujando contra él y consolándome como si fuera una niña, y ahora cada día muestro un poco más mi sonrisa que según él es preciosa.
Solo quiero decir, que si alguien ha pasado por mi situación deciros que por desgracia no podemos elegir a la familia que nos toca, que tenemos que tragar a veces algunas cosas incoherentes, pero que por favor no dejéis que os anulen como personas que es lo que han intentado conmigo, no hagáis caso de lo que os digan, que la familia no solo puede ser de sangre, yo por suerte he tenido muchos amigos preocupados que han hecho que me vea mejor, que no me vea como una tonta, como una fea, como una nulidad. Y que en estos casos también es recomendable buscar apoyo de alguna persona adulta, como yo por ejemplo en mi profesor de matemáticas, que me ha estado ayudando y aconsejando, me ha ofrecido hasta su casa y que ha sido un padre para mí, aconsejándome de chicos y preocupándose por los periodos que he tenido de baja salud, porque como no me cuido mucho he pillado neumonía y problemas en los riñones, que todo ya está solucionado. Y sobretodo no tengas el miedo que he tenido yo y denuncia, si no quieres tragar hasta que tu persona esté completamente destruida psicologicamente.
Siento contaros esto, hoy estoy un poco deprimida y con ganas de sacarlo fuera.
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