Cuando se da esa idealización tan fuerte de las rupturas con respecto al ex, se suele aconsejar pensar en las cosas malas no en el sentido de acordarse de detalles dañinos para regodearse en lo chungo/a que fue el ex, sino acordarse de los defectillos, los momentos en lo que no nos parecía ningún dios o diosa divina y en general, esas cosas de nuestra pareja que asumimos como parte de su "pack" (como ellos del nuestro) pero que no nos gustan tanto como sus otras cositas.
En lo personal no lo veo mal consejo.
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