Le dejas tirado como a un perro, sin motivo y con excusas, te pide volver, te suplica, le dices que no y, ¿todavía te extraña que no quiera saber de ti?
Por cierto, normal que tus amigas te den la razón, los hombres siempre tenemos la culpa de todo, hasta de que nos dejéis por otro.
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