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Veréis, este año he tenido la suerte de conocer a este gran amigo. Ambos hemos vivido situaciones muy similares, hemos sido personas muy solitarias, pero nuestros caminos se han cruzado y ay, esto que empezó siendo de las mas preciosas amistades, me tiene de lo más confusa. Nos conocimos en la escuela y a partir de ahí ambos hemos quedado un montón. Siempre solos y en raras ocasiones en compañía de un amigo que tenemos en común. Nuestra amistad era fuerte y profunda, pero este ultimo mes, con la llegada de la primavera, de este capullo de amistad ha nacido revoloteando un amor, un amor, que no sé si solo siento yo. Muchos os preguntareis, que por que no se lo digo, pero veréis, esta amistad es una aguja en un pajar. No quiero perderle bajo ningún concepto. Es ante todo, y llamarme precipitada, un compañero de vida, o del alma, como decía Miguel Hernández.
Yendo al grano, y disculpadme, os contare lo que sucedió ayer, que tanto me dejo pensando. Ambos quedamos para que me presentase su iglesia, porqué últimamente he estado teniendo ciertas dudas sobre mis creencias y el me la quería mostrar, muy ilusionado. Después de estar ahí, estuvimos hablando sobre lo que me pareció y ¡ay! como me acariciaba. Estábamos sentados, casi tumbados, esperando el autobús, y el me acariciaba, me rozaban sus suaves manos, nuestros muslos se rozaban, y de vez en cuando, al acabar una frase nos mirábamos fijamente con esa sonrisa tonta. Ponía su cabeza sobre mi hombro y me cogía de la mano. Ya en el autobús, nos sentamos en una de esas sillas grandes que hay al principio del autobús y estábamos tan pegados... me decía que iba muy mona, mientras nos veíamos reflejados en el cristal.
Ya cuando hubo que despedirse, me acompañó a mi casa y antes de subir, nos sentamos un par de minutos en un banco a despedirnos, y vaya por Dios. Me acarició el cuello de una manera... le di un beso en la mejilla y le dije que le quería mucho y él me respondió que también. Me dio un beso en la mejilla y ya cuando nos despedimos, nos dimos dos besos en la mejilla y un abrazo final. Al terminar, nos quedamos mirándonos a los ojos.
El no es así de cariñoso con los demás, pero es que es cierto que solo conmigo tiene esta confianza y eso me hace pensar que quizás es así su manera de expresarse. Muchas personas se creen que somos pareja, y cuando lo mencionan, el se muestra indiferente.
No sé que debería de hacer. Yo creo que le gusto, pero el año pasado me gustaba una chica e igual, también pensaba que le gustaba y resulto que no.
¿Que debería de hacer?
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