Cita:
Iniciado por Calidona
Estoy totalmente de acuerdo contigo, apsara.
Pero hay otro problema, y es que creo que si ellos son pesados, "no pasa nada" porque son así. En cambio, nosotras no podemos mostrar mucho interés en los chicos, que eso no nos hace muy atractivas y perderán el interés. Otra cosa es el ser pesado/a ya de por si, que creo que eso afecta independientemente de tu sexo.
En cuanto a la chica, yo le recomendaría que esperara. El tiempo lo dirá todo. Pero eso si, que le ponga límites porque está bien hablar con las personas, pero no que te persiga por todas las redes sociales.
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Claro que pasa. No saben que traspasan los límites permitidos del espacio personal.
No respetan el tiempo y espacio de los demás. Porque creen que lo que hacen es normal y que tienen el derecho de exigir que les prestes atención. Esto no siempre está ligado con el interés romántico. Es simplemente una actitud posesiva que se les inculco desde hace tiempo posiblemente en su núcleo familiar.
No se pueden desprogramar o cambiar su conducta por la cual es sumamente necesario pintarles una línea que no deben traspasar.
Que no pueden interferir y transgredir nuestra intimidad.
Una persona que no está acostumbrada a toparse con un muro se enojará conque hay reglas que respetar hasta en la amistad.
Un ejemplo recientemente sucedió en un foro de discusión que por medio del chat me hacía preguntas de quien era yo fuera de la web:
Mi verdadero nombre, edad, género, país, carrera, estado civil..,etc... Ya saben. Las típicas preguntas de alguien que no quiere que tu vida este en el anonimato. Pero cuando pregunto sobre mi madre, y el resto de mi familia le dije que ya no le respondería más.
Obviamente se enojo. Que él no veía nada de malo que yo le contará quienes eran pues se le hace una conversación peculiar que se puede tener entre amigos.
Le respondí que en realidad no sabía quien era él, pues un monitor no era el suficiente medio para crear lazos de confianza cuando ni siquiera conocía su aspecto.
Saco razones tangibles para no dudar de su determinación. De que su hermana no tenía problemas de hablar de asuntos personales a lo cual le respondí que yo no era su hermana y que no haga comparaciones absurdas de gente que conoce con las virtuales que no se conocen.
Entre más persistía en que bajara mis defensas para que hablara de mí, más creaba desconfianza de sus verdaderas intenciones. Es decir, no respetaba el límite que le ponía. Al contrario; no entendía que se le pusiera un margen de espacio en seguir insistiendo en que no tenía nada de malo que yo le hablara de mi familia.
Le di un rotundo NO a lo que me preguntaba -
"¿Porqué no?"- a lo que di una tajante contestación:
-
"¡Pues porque no!"-. poniendo fin a la discusión.
Las personas posesivas no toman para bien los límites en que no están acostumbrados a encontrar resistencia en los amigos y parejas. Cuando alguien tiene la osadía de marcarles un
HASTA AQUÍ es cuando se enfadan discutiendo de que el del problema eres tú y no ellos.
Las personas que no respetan nuestro espacio personal no se pierde una verdadera amistad al momento de que la raya que se pinto pase a ser un muro de paredes gruesas.
Es de suma importancia que si vas a dejar de hablarles es el de decirles el -Porqué- y no dejarles de hablar de tajo. Que estén enterados que hay consecuencias por atropellar nuestras necesidades de pedir respeto a nuestro espacio y tiempo personal.