A mi me ocurre exactamente igual que a la chica que ha abierto el post y estoy totalmente de acuerdo con la respuesta de Elocin. Creo que nos comportamos así por el miedo a qué puede estar pensando de nosotros esa persona que nos gusta, porque tenderemos a pensar lo negativo: nada en común, diferentes formas de pensar, defectos físicos o en forma de ser, etc... En definitiva, creer que no vamos a ser lo suficientemente buenos para nuestr@ amad@, y eso como consecuencia nos genera inseguridad en nosotros mismos, y por desgracia se lo transmitimos a esa persona con nuestros actos o nuestras palabras.
En cambio, si ya sabemos de antemano que le gustamos a la otra persona jugamos con esa ventaja y pensaremos lo positivo: hay algo que les gusta en nosotros, como la forma de pensar o de ser, el físico, compartes ideas, etc. No te genera ansiedad puesto que lo negativo lo borras de tu mente y, por tanto, no hay inseguridad.
Si te das cuenta, todo está en la mente y en el concepto que tenemos de nosotros mismos. Personalmente, es algo que estoy intentando mejorar en este último año y la verdad es que me va bien. No hay trucos, simplemente ser uno mismo: trata a esa persona como si estuvieras hablando con tu mejor amig@, porque es una situación en la que realmente sí eres tú misma, sin inseguridades, tratando a la otra persona con confianza, generando risas y buen rollo. A mi al menos me funciona, podrías intentarlo poco a poco. Si esa persona se aleja de ti créeme que no te merecerá la pena como futura pareja. En cambio, si se va acercando a ti tienes ganado más de la mitad del camino