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Hace un tiempo ya que empezaste la relación con este chico que te da vueltas la cabeza. Cada vez que pasan la noche juntos, es una fiesta de fuegos de artificio. Sexualmente conectas con él como nunca antes con otro. Sin embargo, cuando todo ha terminado, siempre se va en mitad de la noche con alguna excusa. Y después no te llama por un par de días. No sabes demasiado sobre su vida, no conoces a nadie de su familia, pero tampoco a sus amigos. Y no puedes ocultar tu decepción cuando pasan los meses y aún no hace planes a futuro que te incluyan, ni siquiera referidos al próximo fin de semana. Ya no puedes engañarte más: es evidente que lo único que le interesa de ti es acostarse contigo. ¿Qué hacer?
¿Cómo convencerlo de que la relación crezca?
El sexo pareciera ser la situación de mayor intimidad posible entre dos personas, y muchas veces lo es. Sin embargo, para aquellos que sólo buscan dormir con alguien y no le piden nada más a la relación, sucede al revés: muchas veces, lo que estos sujetos tienen es miedo a la intimidad, entendida desde su aspecto emocional. Cuanto menos abran su corazón y demuestren sentimientos, menos posibilidades tendrán de sentirse rechazados o de salir heridos. En la cama se sienten mucho más seguros que afuera de ella. Por eso no se arriesgan. Pero, ¿y qué hay de tus sentimientos? ¿Te alcanza con tener buen sexo de vez en cuándo, o por el contrario quisieras sentirte acompañada?
En realidad, aquí no tienes demasiadas posibilidades de acción. Más allá de proponerle que se conozcan mejor, de salir una noche al cine en lugar de quedarse siempre en casa o de invitarlo a compartir un plan distinto (por ejemplo, hacer un día de campo juntos, con canasta, bocadillos, refrescos y huevos rellenos incluidos), no puedes persuadir a un hombre que sólo quiere sexo de que tú estás para algo más. Lo que sí está en tus manos es decidir si a pesar de todo quieres seguir viéndolo, o si le dices adiós.
Si decides que sí…
Si en este momento de tu vida has decidido que no necesitas un compromiso ni una relación a largo plazo, y que estás feliz viviendo el día a día, no te prives de estar con él, aunque sea para tener sexo. El tener relaciones con relativa frecuencia es bueno para la salud, te sentirás más relajada e incluso más tranquila cuando llegue el momento de conocer a otro hombre (uno que valga la pena). No olvides, por supuesto, tomar precauciones en cuanto a medidas de anticoncepción. Los profilácticos son lo único que te garantiza, además, cierta tranquilidad en cuanto a las enfermedades de transmisión sexual, como el HIV. Después de todo, si tu hombre es tan distante emocionalmente y lo de vosotros es algo meramente sexual, es de esperarse que no seas la única entre sus sábanas.
Y si decides que no…
Si llegaste a un punto de saturación, si ni siquiera llegas a disfrutar plenamente de los momentos que pasas con él pensando que después va a desaparecer por unos días y si esta relación incompleta te está privando de conocer a otros hombres que sí pudieran quererte, ha llegado la hora de romper el vínculo. Tal vez no necesitas hacerlo directamente, sino tener una conversación con él en la cual le expliques que te has divertido mucho con él, pero que estás para otra cosa y que necesitas cierto compromiso de su parte. Seguramente esas palabras alcancen para que pongan pies en polvorosa. Eso sí, si te vuelve a llamar no aceptes volver a verlo, porque se dará cuenta de que no hablabas en serio y todo volverá a estar como al principio.
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