Hola a todos.
Es la primera vez que me veo en esta situación.
Me atrae muchísimo un monitor de mi gimnasio.
Cuando le veo comienzo a sudar, cuando hablo con él me tiembla la voz y me imagino todo tipo de situaciones sexuales.
Me gustaría tener la oportunidad de conocerle en otro contexto diferente al del gimnasio; por ello ayer un amigo mío se acercó al centro donde trabaja y le dejó en recepción un sobre que contenía una carta escrita por mí. Escribí en ella mi número de teléfono para que se pusiera en contacto conmigo.
No llamó al número de teléfono que le dejé en la carta.
Al día siguiente me dijo que ya tenía la tabla para mí. Me la dio y estuvimos hablando sobre ésta. Después le he pregunté: -¿Recibiste la carta?-
Me dice: -Ahhhhhhhh (como diciendo, anda, habías sido tú)
Yo: -Pensé que a lo mejor imaginabas que era una broma.
Él:-Muchas gracias
Yo:-No quiero quitarte tiempo de tu clase.
él: -Tranquila.
Yo:-No tienes por qué contestar ahora. Cuando tú veas, tengas tiempo, etc.
Él:- Vale.
(nos despedimos), me fui del gimnasio y....
¡Se me había olvidado la bolsa arriba!!
jajajajja. Tuve que volver.
A todo esto, quedamos al día siguiente en que él va a venir un poco antes y me va a enseñar los ejercicios.
Al día siguiente llegó 25 minutos más tarde de la hora en la que habíamos quedado. Se disculpó diciéndome que le había surgido un contratiempo.
Estuvo hablando amablemente sobre los ejercicios que tenía que hacer y enseguida le dejó la tabla al monitor de la sala de máquinas y se fue rápido a su clase, porque llegaba tarde. Antes de eso me dio unos consejos para la espalda.
No he sacado ninguna conclusión de esto.¿Cuál es la vuestra?
Es obvio que él es el que tiene que dar el siguiente paso.
Gracias por leerme.
Un saludo
Irene
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