Me agobia pensar en la muerte

Zurita · 21-May-2023

No sé si a alguien más le habrá pasado, o reflexiona muy amenudo sobre el tema.

Mirad, yo soy de la mentalidad de que las cosas hay que pensarlas y reflexionarlas por muy incómodas que resulten, y no evitarlas.

Pero quizá con este tema estaría más tranquilo si no pensase en ello, pero no puedo evitarlo.

Hay veces que estoy disfrutando de algo, o con otras personas, y de repente me desconecto y me pongo a pensar: "¿Que pasa si ahora mismo, mientras estoy aquí, en este lugar, pensando esto me da un infarto y se acabó todo?" Es agobiante, porque una vez que ese pensamiento ha pasado por mi mente, me cuesta quitarmelo de la cabeza, sea lo que sea que esté haciendo.

Cada vez que es el día de mi cumpleaños, no puedo pasar gran parte del día pensando: "un año más cerca del final"

De echo cuando alguien me hace la pregunta o sale el tema de los funerales o de si quiero que me incineren o me entierren, no puedo evitar quedarme pensativo respecto al tema durante un buen rato, y prefiero evitar hablar del tema.

Creo que gran parte de mi ""miedo"" radica en que creo que no hay nada más allá de la muerte. Ni dioses ni paraísos....nada (así es como lo creo yo). Cuando nuestro cerebro se apaga simplemente dejamos de funcionar: no respiramos, no vemos, no oímos, no sentimos, no pensamos... Nada. Y el pensar que se acabó, que ese será el final.... No se vosotros, pero a mí pesar eso, cuanto menos me deja muy reflexivo.

Aunque creo que lo peor de todo, el mayor miedo que tenemos todos, independientemete en lo que creamos, es el miedo a ser olvidados, o peor, a no ser recordados en muerte. A que se olviden de nosotros.

Creo que esa es la peor sensación.

Creo que si pudiese pedir un deseo, una "utopía final" sería estar vivo yo y los míos el tiempo que nos diera la gana, es decir, ser inmortales, o poder parar el paso del tiempo cósmico/terrenal, segun lo queráis ver.

Por último, con muchísimo respeto y tacto a esas personas, voy declarar unas últimas palabras: No entiendo cómo hay gente que decide acabar con su vida de manera voluntaria (suicido). No me atrevo a afirmar nada, pero creo que aunque padeciese un dolor grande, no tendría huevos a quitarme del medio o pedir la eutanasia, y mucho menos por bullying o una ruptura (con respeto a los que han tomado esa decisión), pero ya nada más que el acojone de no saber que hay después.... Creo que me haría aguantar lo que tuviese que aguantar, o al menos estirarlo al máximo.

Por último añadir que cuando una persona conocida muerte, a parte del dolor inmenso que siento por su perdida, no puedo evitar pensar dos cosas:

La primera es la siguiente pregunta: ¿Que habrá sido de esa persona? ¿Estará viendo negro, sin sentir nada? ¿Su alma, si es que existe, a donde habrá ido?

Y la segunda, la que no me gustaría hacerme nunca: ¿Que pasará el día que me toque a mi? ¿Que sentiré? ¿Cuales serán mis últimos pensamientos? ¿Me arrepentiré de cosas? ¿Estaré orgulloso de mi mismo? ¿Estaré solo, acompañado? Y lo más importante: ¿Alguien se acordará de mi o me recordará?

En fin. Disculpas por este tema tan deprimente, pero creo que necesitaba desahogar este tema en algún lado.

Tass · 22-May-2023

Seré sucinto, lo único que me preocupa de la muerte es el dolor emocional que podrían experimentar mis seres queridos, y el dolor físico que podría experimentar yo mismo.

Elocin · 22-May-2023

Creo que voy a aprovechar este hilo para abrirme como no lo he hecho, más que pagando, quizás.

Primero decir que creo que más o menos todos pensamos en la muerte, en envejecer.. se me hace raro que se empiece a pensar tan pronto, me refiero a tu edad, cuando no se ha pasado algún tipo de experiencia cercana o trauma de algún tipo.. pero, vaya que creo que es bastante normal. Lo que pasa que como tantas otras cosas, es un tema tabú. No es un tema que se saque en una sobremesa y se hable alegremente de ello, no por deprimente, si no porque efectivamente, da miedo.

Yo empecé a pensar en ello sobre los 25. Antes, igual, cuando moría algún familiar, una mascota, pero nada más allá de lo anecdótico.

La realidad es que vi la muerte de pequeña, en casa.. a mi tío. Lejos de traumatizarme fue un punto de inflexión para salir de aquella situación así que, tampoco lo veo como algo sumamente negativo de mi infancia. Tampoco es que pudiera procesar gran cosa con 6 o 7 años, eso vino después, pero no me lo tomé tan mal.

Como decía, con 25 años empecé a encontrarme bastante mal psicológicamente, sin saber porqué (aún no lo sé y cualquier cábala que me puedas contestar, si lo haces, te aseguro que ya la pensé. Vivo con ello, no hay más misterio).

Más que a la muerte, empecé a tenerle miedo a la vida en si misma, al proceso de envejecer y un poco a eso que dices de que se olviden de ti... No dejar una marca en el mundo, no destacar, no ser alguien especial que deje una huella.

Me daba pánico vivir, vivir en esta lata de sardinas que básicamente se reduce a trabajar, hacer la compra, comprar una casa, tal vez formar una familia, y esos pequeños momentos que la gente llama felicidad (y que siento, afortunadamente). Sin ser nada más que eso.

Cuando era pequeña, fantaseaba mucho con la idea de que yo era protagonista de mi historia, que el mundo giraba en torno a mi, y como tal, por muchos pesares que hubiere, en algún momento vendría el "final feliz". Y según fui creciendo me di cuenta que sí, soy esa protagonista, pero como todos los demás. Pero igual que los demás para mí vienen a ser NPC, así soy a su vez para ellos. Es raro de explicar, pero ahora a veces me pongo a mirar la gente y me centro más en qué será de sus historias.. si no pensarán ellos también que son el sol alrededor del que se mueve todo, si alguna vez me ven a mi de esa forma... Si piensan que yo también tengo una vida, que ni yo misma siento que tenga a veces. Y me planteo, qué maravilla es el cerebro que nos hace pensar a todos y cada uno, que de alguna forma somos especiales. Y no pongo en duda que lo seamos, ojo, pero es curioso.

En fin.. todas estas divagaciones, me han hecho bien, y me han hecho mucho mal también. Por una parte soy más consciente de lo que me rodea, que hay más vidas, y creo que me ha otorgado bastante empatía.... al mismo tiempo, que no soy más que uno más de entre todos los especiales. Y cuántos más años pasan, sin destacar en algo, más me aterra la idea de envejecer y no dejar esa "marca". Más me aterra verme como esa señora en el parque alimentando palomas, que probablemente tuvo una vida buena, no lo sé, pero yo solo la veo encorvada con sus migas de pan. Que lleguen a pensar eso de mí, que solo soy la señora del parque (y es un decir, porque dudo que me vaya a ver nadie en un parque jaja).

Entonces me permití tener cierta clase de pensamientos recurrentes, de decirme que no llegaría a eso. Yo no. Y las cosas fueron a peor, psicológicamente, y curiosamente fue cuando busqué ayuda, porque al mismo tiempo, la idea de pensar en controlar mi muerte, me daba bastante miedo. No por nada religioso, si no porque siento que esa parte no me pertenece del todo.

Otra cosa bastante curiosa, es que hubo una época, aunque corta, en la que tener ataques de pánico me causaba cierta satisfacción. Suena absurdo, porque como sensación yo aún no he encontrado nada peor... Pero, sentir que te mueres (por mucho que no vaya a ser así), me hacía sentir viva. Han sido los momentos donde creía que iba a morir, y no quería, donde algo se activaba.. será supervivencia, no lo sé, pero a veces acababa sonriendo (dentro del cansancio y dolor físico y mental que es un ataque de ansiedad/pánico) porque no me podía sentir más viva que después de eso. Hace años que no tengo uno, y a veces pienso en ello, aunque he aprendido a sentirme viva de otras maneras. Pero no es lo mismo. De todas formas "el precio a pagar", he llegado a la conclusión de que no compensa.

En parte la ansiedad me ayudó a superar ese miedo a envejecer. Ya no le doy tantas vueltas y cuando lo pienso me digo, que igual sí, seré esa metafórica señora de las palomas, y que es normal que nadie tenga porqué saber nada más de mi si no me conoce o no lo cuento. Ahora pasa igual, hace diez años, igual... Así que al final no son más que paranoias. Para los demás, salvando unas muy pocas personas, somos esos NPCs, como ellos lo son nuestros, y no pasa nada.

En cuanto al suicidio, aunque espero que se entienda que ya hice alusión al mismo... Perdí a un amigo por ello. Yo no me atrevería a decir que si son cojones o falta de ellos.

Yo pensaba que el suicidio era de cobardes, pero en el filo del abismo, cuando te lo acabas planteando seriamente... Y reitero seriamente porque pensar alguna vez en acabar con todos de manera superficial, es otra cosa que la mayoría hace en algún momento... Te aseguro que de cobarde no tiene nada.

A veces vivir es muy duro, yo aún no puedo decir "de esta agua no beberé". No creo que sea una cuestión de fuerza, si no de oportunidades. Por supuesto no todos tendrán la misma capacidad de resiliencia, por decirlo de alguna manera. Yo no sé si estaría aquí ahora de no haberme atrevido a verbalizarlo, y tener la suerte de que me brindaran ayuda. Pero que había días que las cosas se hacían insoportables, eso seguro. Y en esos momentos, no te da la cabeza para pensar en familia, amigos o pareja, y el daño que les harías.

Yo jamás he querido juzgar a ese amigo mío. Lo único de que puedo "culparle", es de no haberlo hablado con alguien, pero es que tampoco lo sé.. nadie va a salir ahora a decir "ey, pues intentó hablar conmigo y no le hice caso", sería estúpido.

Pero, en respuesta a lo último, pienso en él a menudo. Pienso en mi padre a menudo. Pienso en mi tío y eso pasó hace 30 años.... Si tú mueres hoy, si yo muero hoy, alguien habrá que en algún momento piense en nosotros y nos mantenga "vivos" aunque nosotros tengamos un tupido velo ante los ojos. Me permito pensar en todos los que fueron algo en mi vida de vez en cuando, vivos o muertos, como una especie de ritual, porque eso desearía para mí.

Pero voy más allá...

Si al final no hay más que un pitido y un fundido a negro, nos va a dar igual. Y si resulta que hay "algo más", a menos que sea el mismísimo infierno y dudo que hayamos hecho nada para merecer acabar ahí, pues seremos felices. Porque aunque yo no creo en el Cielo como tal, sí que creo que de existir, la entrada no está vetada por no seguir ciertos códigos, o por cometer algún error, mientras uno sea bueno sin más. Porque si resulta que el Cielo realmente tiene un portero que no te deja entrar por haber trincado antes del matrimonio, o por amar a quién te dictaba el corazón, o no están mis mascotas ahí porque resulta que no tienen alma, igual no es el Cielo al que yo quiero ir tampoco.

Dieb83 · 22-May-2023

Que pensemos en la muerte es lo más natural del mundo y no por eso es algo deprimente. El filósofo Michel de Montaigne apostaba por pensar en ella todos los días no entendiéndose como una práctica lúgubre o que pueda ahondar en la tristeza, sino en un sentido liberador, capaz de facultar a la vida como experiencia por antonomasia y ajena a su desatención.

La muerte causa temor no porque dejemos de tener el poder de influir o maniobrar (ser autónomos o soberanos) hasta ciertos márgenes en nuestro entorno, sino porque dejamos de existir. Existir ya lo hacemos incluso antes de vivir al ser una de las infinitas posibilidades que al final se cumple al nacer. También es cierto que muchos temores provienen de los constructos sociales/culturales. El ansia de querer ser recordados, por ejemplo, proviene de ese deseo de eternidad que es imposible de cumplir; o bien por la casi machacona insistencia por parte de nuestra sociedad de inculcarnos la idea que somos únicos y especiales sin desatender tampoco su ideal de vida para, así, adquirir un sentido de realización y satisfacción que muchas veces no se cumple. O sea, la idea de adquirir éxitos, prestigio social, laboral, crear una familia, consumir, comprar una casa, viajar, acumular experiencias, viajes, momentos, etc. Estamos ante un constante bombardeo de estimulaciones y frenesí que al final olvidamos completamente el valor de la vida que se adquiere desde una vida contemplativa, desprendiéndose de todos estos constructos, valores e ideas preconcebidas. Solo así, asumiendo que todas estas derivaciones no profesan el único fin de vivir una vida plena, asumiendo que no somos mejores ni únicos ni excepcionales, se llega a no temer a la muerte, al fin único e irremediable que forma parte de todos los seres y del propio universo. Avanzar o llegar al umbral del abismo con dudas sobre nosotros mismos o temores si hago lo correcto o no es lo que hay que evitar. Lo lógico es llegar en paz, tranquilo, con sosiego y eso solamente se consigue sintiéndose realizado en vida y haciendo lo que realmente me satisface. Porque después del borrado sabes que al menos lo has disfrutado. Y click.

Acerca del suicidio no soy partidario de hacer juicios al respecto. Los he vivido de cerca, al igual que las personas que padecen enfermedades en estado terminal (no se debe confundir suicidio con eutanasia) y solo puedo decir que son temas que hay que tratar con respeto. La persona que se suicida no quiere terminar con su vida, sino con su dolor. Un dolor psicológico (o espiritual) que la mayoría de las personas trata con desdén e ignorancia. Estas personas sufren (y mucho) y toman esta decisión porque no encuentran salida a un malestar que no cesa. En cuanto a la eutanasia se da con los últimos coletazos de la enfermedad y donde los tratamientos paliativos no surten efecto. Es tal el dolor que no pueden dormir y un dolor que además nunca cesa y aumenta y te encuentras en un estado de cansancio que lo que deseas es paz. Creo que hace falta mucha empatía y respeto al tratar estos temas.

Ya por último, de lo que pasa cuando llega la muerte, leí hace tiempo un libro de un autor alemán que describía lo que se sabe sobre las fases de una muerte natural. Es decir, cómo los órganos vitales comienzan a flaquear, el letargo a la que cae la persona, la pérdida de la vista (el efecto del punto blanco), etc. Creo que el último sentido que se pierde es el oído si mal no recuerdo. El libro no está traducido al castellano, por cierto. Ya sobre lo que va a ser tu último pensamiento no tiene mucho sentido porque al entrar en el sueño no tienes dominio sobre lo que piensas. Recuerdo que cuando una vez caí inconsciente por lo primero que pensé fue: ya está, se acabó. Y pum. Una sensación cuando entras en quirófano y te anestesian. Es prácticamente lo mismo. De hecho sería el simulacro de la muerte, creo.

Respeto a mucha gente que tiene creencias metafísicas y provengo de una familia creyente. Sin embargo soy ateo y sé que después de la muerte no hay nada. Es un entrar a dormir y nunca más despertar. La persona fallecida es erradicada de la faz del universo y lo que queda de él son minúsculos átomos, polvo de estrellas. A mí lo que me apena es sobrevivirle a alguien, su pérdida. El saber que no podré compartir mi vida con esa persona o ser querido. Pero mediante el rito del duelo -que puede ser cualquier cosa que le demos valor- y el recuerdo uno se sosiega. A mí no me importa que se me olvide como se le han olvidado a tantos. Sé que una vez muerto se hablará quizá de mí en una o dos generaciones y de manera lacónica y ya. Y no hay nada malo en ello.

No quiero que se me malinterprete y piensen que soy un estoico que lee las memoria de Marco Antonio o profese el mindfulness o defienda la filosofía de Mr. Wonderful pero lo que de verdad vale la pena es vivir la vida: dominar el aroma del tiempo para que sea eterno, sin prisas ni angustias y no perder el tiempo en proyectos vitales o actividades que obstruyan lo que considero merece la pena ser vivido.

Alianza · 22-May-2023

La vida es hermosa y disfrútala, disfruta de tu familia que aún la tienes y te tienen, cuida tu salud para que tengas un buen morir, no te enfoques en algo que es natural y a todos nos llegará. Sucede que no estamos preparados para esa situación que lo evadimos por miedo, lo que importa es que cuando se acerque ese día no dejes problemas a los que viven. No te preocupes y disfruta de la vida.

Danteojos · 22-May-2023

No suelo pensar casi nunca en la muerte. Cuando llegue, llegará. Mejor que sea tarde, eso sí. Pero mientras eso sucede, me parece que lo suyo es beber de la vida hasta saciarse, pues a fin de cuentas esta, la vida, no es sino una gota de agua en comparación con la muerte, que es el océano. Quizá por eso me cuesta entender ese deseo de algunos de zambullirse en dicho océano prematuramente. Razones tendrán, no lo dudo, pero se me hace difícil ponerme en su lugar, salvo cuando la persona en cuestión padece una tetraplejia o alguna otra enfermedad invalidante, en cuyo caso lo entiendo perfectamente.

Pero es que, al fin y al cabo, la vida nos ofrece arte, amistad, juegos, placeres; todo eso está ahí, a nuestro alcance, sólo hay a veces que alargar la mano sin temor ni prejuicios para cogerlo. ¿Qué ofrece la muerte en cambio, salvo un aburridísimo reposo eterno?

Por lo demás, la muerte no me parece ninguna tragedia. La vida surgió una vez hace miles de millones de años y seguirá existiendo y evolucionando, por más que dejemos de existir como individuos aislados. En el fondo lo que nos aterra es el fin de nuestra propia consciencia de ser, consciencia que en cierto modo constituye una aberración, por cuanto sólo se da en el ser humano.

Amazonita · 23-May-2023

hola sovietico creo que todos en mayor o menor medida a veces pensamos tambien en ello
en el tema de los suicidos yo creo que esa gente no es ue no quiera vivir sino que no quiere sufrir y por ende, recurriendo a la muerte dejaran de sufrir para siempre por eso mismo porque al no tener cuerpo el cuerpo no sufre y claro no se ponen a pensar que habra mas alla , solo quieren dejar de sufrir
lo de pensar en si te da un infato creo que es por ansiedad, hay algo en tu vida que te preocupe a dia de hoy?

la hipocondria es uno de los tantos trastornos de ansiedad aunque en ese caso seria pensamiento anticipatorio el que tienes tu, es como el que va por la calle y dice ¿ no me pillara un coche por el camino?

es muy dificil no arrepentirse de nada porque n somos perfectos

, yo creo que lo que a la gente le hace dudar de la existencia de un dios, es la existencia de diferentes religiones y cada una con un dios distinto