Una gran pérdida sin duda. Cómo olvidar a una mujer que impulsó la nueva ola tecnócrata que tantos beneficios trajo. Impulsora y promotora del neoliberalismo, el mundo no sería el mismo sin su inigualable manera de ver el mundo por lo que realmente es. ¿Cómo agradecerle suficiente a la que combatió a esos sindicatos tan corruptos y entregó la industria publica a la privada para que saliera de su estancamiento sin importar huelgas de hambre demagogas?
Margaret Thatcher, cuídanos desde los cielos y trata a nuestros enemigos como si fueran argentinos.
¡¡ God Save the Iron Lady !!