Recuerdo cuando en el 2008 fichó el Fútbol Club Barcelona a Pep Guardiola, y la mayoría de los periodistas le dieron un telediario su estancia en el banquillo azulgrana.
Con Luis Enrique pueden pasar dos cosas:
Que planifique una plantilla donde no le tiemble el pulso para determinar con que jugadores no quiere contar, y organize una plantilla lo altamente competitiva en el terreno de juego.
O que teniendo en cuenta la pasión que le ponía en el cesped, sobre todo cuando se medía a su ex Real Madrid, y esa pasión le pueda pasar factura.
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