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Amigos. Siento no avisaros sobre mis vacaciones foreriles. Decidí, cumpliendo el aniversario de mi estancia en éste sublime foro, darme unas merecidas vacaciones, eso sí, sin gastos pagados ni nada.
A lo que vengo es porque necesitaba soltar esta noche parte del lastre emocional que llevo dentro. Ya sabéis, restos de obuses, casquillos de bala, metralla en general y un sin fin de objetos de quincallería resultante de la contienda que haría las delicias de cualquier chatarrero que se precie de serlo.
¿Que contra quién lucho?
Pues amigos es una vieja lucha sin piedad ni cuartel que se remonta 6 meses vista.
¿Quién es el enemigo facineroso? sin duda muchos ya la conocéis, en mayor o menor grado: la distancia.
Esa terrorífica criatura, esa hidra de siete cabezas, es capaz de llevarse por delante todo a su paso, haciendo estragos incluso en los amores más arraigados y estables.
Denuncio desde acá que ese monstruo ha querido acabar con nosotros con su temible S.R.D.* en innumerables ocasiones, dejándonos indefensos, a la deriva; atacando por sorpresa, con premeditación, nocturnidad y alevosía tan maleva, que incluso hasta el último aliento hemos tenido que utilizar, las últimas fuerzas para doblegarla, para reducirla in extremis.
Pero puedo decir, no sin trabajo, sangre, sudor y lágrimas, que la tenemos bajo control, el cuello bien pisado. Aún se mueve, aún colea, pero ya está doblegada...o eso creemos.
Que a falta de un mes y días para nuestro encuentro, el Goliath está herido de muerte. Pese a lo que se auguraba, David está venciendo a su particular Goliath, quedando claro que David no sólo soy yo, por supuesto y obviamente: somos dos en ésto. Estamos pasándolas canutas, pero vamos venciendo...lo vamos logrando.
A ti nena, gracias por estos 6 meses. A pesar de todo, soy muy feliz. Momentos maravillosos me hacen olvidar la distancia.
Y a todos vosotros gracias por leer. Nos veremos muy pronto. A la vuelta de Buenos Aires.
Saludos.
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