Como español que soy, siempre consideré más atractivas a las rubias y pelirrojas de ojos claros que a las morenas. Pero, aunque tuve una novia rubia, concretamente anglosajona, al final acabé con una morena. Al final los caprichos son eso, caprichos.
Y sobre los cuerpos, me atraen más las llenas que las delgadas. No es lo habitual en cuanto a gustos.
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