Me temo que no he explicado correctamente mi idea...
El supuesto general es como sigue.
Tienes una pareja en la otra punta del pais, por lo que no puedes verla y transmitirle tu afecto con la frecuencia que desearías. Y si, por supuesto, si queres hacerle saber que la quieres o que piensas en ella, puedes mandarle un ramo de flores, y el florista acudira alli con el ramo más bonito que seas capaz de pagar, o puedes mandarle a la tuna para que le cante una o varias canciones bajo su ventana. Pero hasta ahí.
Lo que yo digo es algo más. Es un abrazo, una caricia, una mirada... algo más personal, algo que por las circustancias de la vida no le puedes dar personalmente como se merece.
Creo que estamos de acuerdo todos en que, como tu pareja, no lo va a hacer nadie. Sin embargo, y gracias a una gran plantilla de trabajadores con gran experiencia en el sector, se trata de que sea lo más parecido posible. Ni demasiado malo, para que la experiencia no resulte defraudatoria, ni demasiado bueno, para dejar a la persona que contrata como alguien que no se esfuerza...
He leido a quien, entre bromas, dice que para eso esta la prostitución. Sin embargo son conceptos y mercados distintos. Por dos motivos: Puedes contratar a alguien que no sea del agrado del destinatario, por lo que entonces le haces más una broma pesada que un regalo. Y, si pretendes acertar, entonces habria que consultarle cómo le gusta, por lo que entonces pierde todo el efecto y caracter de sorpresa.
Tambien se ha podido leer hasta ahora, que hay altruistas que te regalan el abrazo. Los localizas, y les das o te dan tantos abrazos como quieras o necesites en ese momento. Es una buena solución, no lo negaré, pero cuando se trata de un abrazo para uno mismo. No para dar a otra persona. Vamos! Me parecería muy fuerte que, encima que te regala el abrazo, le exijas que, perdiendo tiempo y dinero, vaya a darle otro abrazo a otra persona que está vete a saber dónde...
No obstante, gracias por todos los comentarios vertidos hasta ahora...
Seguiré leyendo.