Es lo que pasa cuando la rutina llama a la puerta si, pero hay otra razón. La razón es que la gente no sabe (o no quiere entender) que esas cosquillitas del principio no duran para siempre, a duras penas duran unos meses, que después de ello el enamoramiento va disminuyendo como si de gasolina se tratara y va quedando el querer, la estimación... ¿Solución? Primero, tener eso en cuenta, que no dura para siempre, así que queda ir echando 'combustible' en la relación para que siga adelante. Las parejas que no entienden eso o que no quieren aceptarlo, tienen los días contados. Por desgracia, son pocos los que lo hacen.
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