Cuando caminas en una calle llena de personas mientras tu mente está en otro lugar, nadie de ellos existe… ¡Son solo siluetas de sombra!
Cuando una persona se hace el centro de tu mundo nadie y nada importa. A su lado todo te parece maravilloso, espectacular. Cada instante sin el es una ora de muerte…infinita.
Cada pensamiento se dedica a el, y cuando ya no lo quieres pensar, piensas que pensar para no pensarlo. Que extraño ¿no?
Es tan extraño pensar como una sola persona puede apadronarse de tu ser. Apadronarse de tu corazón, de tu alma, de tus pensamientos…. de todo tuyo. Pero la cosa más hermosa es cuando descubras que tú también eres el dueño de su corazón… Que fácil decirlo…que difícil lograrlo…
Pero el amor es así…difícil, a veces imposible… Son tantos los obstáculos que nos separan.
Mil kilómetros.
Mil ideas diferentes.
Mil remordimientos.
Cuando dos personas no pueden estar físicamente juntas, eso no quiere decir que no están… porqué mil kilómetros, mil ideas diferentes, mil remordimientos no pueden borrar lo que sentimos adentro.
El amor nunca se muere… solo se transforma en otras formas. La separación definitiva existe solo si los recuerdos se mueren… y si ellos se morirán, nosotros dejaremos de existir…