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Hace más de un año conocí a mi primer y único novio. Comenzamos a chatear mucho, y a pesar de que el es de Valencia tuvimos una relación a distancia a las 2 semanas de conocernos. El decía que quería venirse a vivir a Barcelona para estar cerca de mi. El tiene 22 años y yo 20. Al mes se vino a vivir a Barcelona porque mi hermano consiguió enchufarle en la empresa donde trabajaba. En Barcelona se quedó a vivir una semana en casa de su hermana mayor hasta que consiguiese ahorrar y buscarse un piso. El marido de su hermana no aceptaba que mi novio estuviese viviendo allí, así que le dije a mi novio que se viniese a vivir en mi casa (con el consentimiento de mis padres) hasta que pudiese ahorrar y alquilarse un piso. Después de un año mi relación con el fue algo fría, aunque nos llevábamos bien, íbamos cada uno a nuestra bola un poco, no salíamos mucho y nos acostumbramos a tenernos uno al lado del otro con nuestros ordenadores. Era todo muy monótono pero yo le amaba. Despues de que el mirase varios pisos no se veía capaz de vivir solo, asi que nos pagaba una mensualidad y el continuo quedándose. A mi no me importaba, sacrifique mi cama, toda mi habitación para compartirla con el. No me importaba ni me importa ahora. En septiembre comencé a estudiar, y conocí a un chico. Era mi compañero de mesa. Nos hicimos buenos amigos, me reía mucho con el y hubo un momento en que hablaba mucho más con el que con mi novio. No quise o no supe parar eso, mi novio y yo dejábamos de hablar mucho más que antes, cada uno con su ordenador. Éramos como dos extraños uno al lado del otro. Y nos alejamos más y más. Y nos echamos de menos pero ninguno de los dos hizo nada para arreglar la situación. Y así durante 3 meses. Entonces creí que me estaba desenamorando de el, hubo una temporada en que sólo le veía sus defectos y el daño que me hacia con algunas palabras que me herían. Pero su respuesta era que el tenia esa personalidad y que si no me daba cariño o no me podía hablar mejor lo que tenia que hacer yo era aceptarlo como es. Después de pensarlo mucho decidí dejarle. Necesitaba pensar. No me gustaba tampoco el chico de clase, el tampoco me dijo algún comentario o insinuación de que quisiera más que una amistad, pero al no estar a gusto con mi novio, le pedí que nos diéramos un tiempo. Un tiempo de 1 mes, porque no quería tenerlo entre 2 aguas esperando, a pesar de que le dijese que continuase su vida. Hablamos de nuestra relación, de todo lo que nos había pasado y de como llegamos hasta el punto de ser unos desconocidos. Me dijo que toda la culpa era de el, llorando me dijo que me amaba y que volviéramos, que no volvería a ocurrir lo mismo pero que el no me podía dar más de lo que ya me daba antes. También dijo tener celos de el chico de clase, que le pareció normal que hablase con el ya que nosotros no hablábamos y que así estaba entretenida porque a el no le gustaba hablar. Le lloré cada noche durante 5 días, culpándome por la nueva situación, no podía estar con el, no era justo para los dos. No podía darle una respuesta clara de nada. Y hoy en día me ha dejado de hablar, compartimos habitación y se pone a ver vídeos o series con los cascos y hemos vuelto a ser peor que dos extraños. Hubo noches en que se culpaba a el, y otras en que me culpaba a mi, me ha llegado a decir cosas que de verdad me han dolido. A veces pienso en volver con el, a veces me gustaría que se hiciese fuerte e independiente, pero me da miedo dar marcha atrás y que todo sea igual. Se que todo el mundo merece una segunda oportunidad, aunque el me dice que esta bien, que sin novia no tiene que pensar si yo tengo que estar bien o no, y que así no se tiene que preocupar de nada. No puedo pedirle que sea mi amigo pero tampoco quería que me dejase de hablar porque me rompe el alma y no se que hacer. Y estoy liada porque en verdad todo esto me lo he buscado yo sola, le he hecho daño y me lo estoy haciendo ahora. Yo le quiero, no quiero nunca que le pase nada malo pero tampoco me veo viviendo con el en un futuro porque es una persona muy cómoda también, no le gusta hacer casi nada. Y sigo perdida...
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