Decir te quiero es una forma infalible de demostrar amor, pero por suerte no es la única: ciertos gestos, caricias y roces pueden provocar ternura, pasión, deseo o afán de protección. Tu cabeza sobre su hombro: Éste es el gesto cariñoso y tierno por excelencia. Básicamente, porque acurrucarte sobre su hombro es un gesto que evoca la emoción de los primeros días de la relación. Por eso, si después de meses o años con tu chico, un día te acercas mimosa hacia él con este tipo de caricias íntimas, harás que sienta de nuevo aquel subidón del amor de los primeros días. Y aún más, cuando te acurruques contra su pecho, observa si cierra los ojos. Si lo hace, no hay duda de que estas caricias lo llenan de ternura
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