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No entiendo a veces como funciona el asunto. ¿La tarea es mostrarse? o ¿hacerse desear como dicen las mamás?
No lo sé bien, pareciera que no interpreto adecuadamente el comportamiento de los hombres.Dicen que nosotras las mujeres somos las que no nos hacemos entender, las complicadas, pero en realidad ¿quién los entiende a ellos?
Me atreveré a hacer una afirmación y esta es, que en conjunto su género tiende a ser completamente inestable emocionalmente, pueden ser hasta peores que nosotras las mujeres cuando estamos en nuestros días de gracia.
¿El hecho para que amen y se interesen por nosotras radica acaso en el tamaño de los senos y las caderas de la chica? de ser así, me permito enviarles una misiva a mis opuestos y decirles de frente que el físico, cito a una amiga cercana, ‘sirve para limpiarse el cu…….’
SÍ, como lo oye, el físico le sirve a usted para darle placer a su cuerpo por lo menos un mes, porque luego de que ese mes pase, usted ya estará cansado de la misma persona. Por esta razón, me permito decirle que debe ver más allá, dejar de un lado lo que ven sus ojos, y así tal vez suene cursi e irreal, debe ver con los ojos de su corazón.
Se dará cuenta en un futuro qué es más valioso, si aquella que muestras sus senos con estrambóticos escotes y sus piernas, con gloriosas minifaldas, o aquella mujer introvertida, que aunque no muy apuesta, es dentro de sí una mujer maravillosa, que estaría dispuesta a entregarlo todo de si por aquel a quien ama.
Creo más bien que todas estas cosas las obvian los hombres, que sueñan más con una figura que mostrarle le a sus amigos, que alguien que esté de corazón ellos. Por esta razón y más, reafirmo mi tesis, que son incomprensibles.
Y es que ellos prefieren ‘a las chicas malas’ ‘que sean necias’ e ‘imposibles de dominar’, aquellas que como popularmente se dice ‘los marraneen’. Puedo decir que cuento con los dedos de las manos a las excepciones, de aquellos hombres, que han demostrado que son capaces de ver más allá de la figura de la mujer, y que en verdad se han entregado con entereza, gracia y respeto a quienes aman.
Así que como mujer, me lo digo a mi misma, y se lo digo a usted, es mejor no perder el tiempo. Es mejor disfrutar usted de su compañía, sin desgastar energías en aquel, que por más principesco que parezca en sus inicios, termina siendo un espécimen perruno.
No tema disfrutar de su libertad, sencillamente no haga caso de lo que la sociedad dictamina ‘que para ser feliz necesita alguien a su lado’. Al contrario, en pequeñas cosas puede encontrar su felicidad, en una tarde de cine, en una ida teatro, en una salida con su perro (a). Allí tal vez se encuentre feliz con usted misma, sin esperar nada de nadie, sin soñar con una historia que no será la suya, sino la de otra.
Eliana Poveda A
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