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Las relaciones a distancia implican una apuesta muy fuerte por las dos partes, aquí no hay métodos o pautas, conozco todos los casos, y todas las variantes, todas con una consecuencia distinta.
Te cuento mi caso, pero sin que lo tomes como pauta, solo como un caso más.
Hace 10 años, de misión en el extranjero, conocí a una alemana con mi misma profesión, el desarrollo de como nos fuímos conociendo lo dejo por largo, pero en los 4 meses que nos fuímos conociendo (las circustancias eran bastante duras por ambas partes) entablamos una relación que yo pensé no duraría más allá del tiempo en el que alguno de los dos volviese a su país.
El caso es que fué ella quien primero marchó a su país, y a mí aún me quedaban 2 meses de misión. Nos despedimos con las mejores intenciones de mantener el contacto, aunque por ambas partes sentíamos que la distancia y el volver a nuestra vida diaria fuera de aquel país, así como el progreso en nuestras profesiones nos alejaría y nos olvidaría, vamos, que lo dábamos como finiquitado.
Pasada una semana de su marcha, recibo un email en el que pregunta si puede hablar conmigo por videoconferencia, así que concertamos día y hora para evela conexión. Yo pensé, y tenía asumido, que era una manera de oficializar cara a cara (como han de ser las cosas) el final de nuestra relación, que yo sabía imposible.
Pero cual sería mi sorpresa, que en ese cara a cara a distancia me fué directa a la "yugular" y por una razón distinta...después de una conversación muy breve sobre como me iban las cosas, etc, me dijo (a bocajarro) que ella estaba dispuesta a apostar por mantener nuestra relación a pesar de la distancia y todo lo demás (obvio las ñoñerías de enamorados)...yo acepté, aunque me debatía entre el sí o el no, la cuestión es que acepté. A partir de ahí, bien por email o por videoconferencia, mantuvimos la relación el resto de los 2 meses que me quedaban de misión.
A mi llegada a España, ella estaba en el aeropuerto esperándome, había volado desde Alemania 5 horas antes (que las pasó en el aeropuerto sola), ese día nos fuimos a mi casa, y al día siguiente ella de vuelta para Alemania.
Había aprovechado las horas, no los días, que libraba para viajar y estar conmigo, y ya no tuve ninguna duda, yo también aposté.
Desde entonces han pasado 10 años, y ahí seguimos, nos conocemos todas las compañías aéreas de bajo coste jajaja, hemos progresado en nuestras carreras profesionales en cada país, no hemos renunciado a ninguna, tenemos 2 casas (una en cada país), nos hemos casado y tenemos familia.
Sacrificios????inmensos...dificultades???...todas. ..pero las dos partes no hemos desistido, no nos hemos rendido.
A los 3 años de esta relación me entró un bajón, y se lo expliqué a ella, al día siguiente estaba en nuestra casa de Madrid con la maleta y el documento de renuncia a su trabajo...solo me preguntó si había alguien más o si ya no sentía por ella lo mismo, que en tal caso se volvía para Alemania a hacer su vida, pero si no era así firmaba la renuncia a su trabajo y se quedaba en España conmigo, no tengo que decir que no permití que renunciara a su carrera y arreglamos mi "bajón" anímico
Es mi caso particular, muy particular. Para nada extrapolable, salvo en una cosa...haya distancia o no...si las dos partes ponen por igual sentimientos y ganas, siempre sale adelante la relación, cuando hay una descompensación de lo que aporta cada parte el fracaso es seguro.
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