Yo pienso que las crisis son importantes y necesarias para el crecimiento y la madurez de los seres humanos. Las crisis nos ayudan a enriquecernos interiormente y ser mejores personas.
Como muchos, en algún momento me he quejado de los infortunios de mi vida, pero analizándolo más detenidamente, cada tropiezo ha sido al mismo tiempo un aprendizaje, cada dificultad me ha brindado algo positivo, y en conjunto, los problemas me han forjado y construido.
Coincido con la idea que expresa este texto:
“Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada.”
Elisabeth Kübler- Ross
Hoy puedo disfrutar y estar agradecida por muchas cosas porque no siempre las he tenido, cada logro es disfrutado porque es luchado, cada viaje es gozado a plenitud porque es hecho con mucho esfuerzo, y el amor es valorado y sentido con intensidad, porque el desamor se ha sufrido.
En la adversidad se forja el carácter.
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