No creo en eso.
No creo que vivir sin ataduras sea posible, y si lo fuese, no creo que sea posible para mi.
Las ataduras son inevitables. Yo estoy atado a mi necesidad de respirar, comer, dormir, socializar, ser amado, sentir placer. Estoy atado a mis sueños, a las cosas con las que sueño desde hace muchos años (cómo cambiar eso? Imposible!). Estamos atados al dinero, el gobierno, los semáforos, los horarios, las rutinas, la justicia, la corrupción.
Es imposible salirse de todo eso.
|