En el ejemplo de los hombres, si vemos los anuncios de colonias de hace 40 o 50 años, todos aquellos de marcas como Brando, Brummel, Patrichs, Otelo, Yacaré, Old Brown, Jacqs y otras, cuya publicidad decía así, "para hombres que dejan huella", "en las distancias cortas es cuando una colonia de hombre se la juega", "para los hombres muy hombres", podemos ver que los modelos masculinos de la época eran hombres muy varoniles, de más de 30 años, con pinta de padres de familia ejemplares. Y ,por supuesto, no estaba mal visto que un hombre de 30 tuviera relación con una chica de 18 o 20, que ya estaba dispuesta a casarse y ser madre, eso sí, siempre que el hombre adulto estuviera bien situado laboralmente.
Ahora, por contra, se lleva el "hombre-niño", depilado y que, aunque tenga 25 años, quiere aparentar 16. Quieren estar igual que cuando iban al instituto y eso no puede ser. Es el producto de la "Generación Mazapán". Es la era de los niñatos y los "señores" estamos en el abismo, con prohibición expresa de acercarnos a ambientes jóvenes. Los 30 años de ahora, lamentablemente, se corresponden con 16 o 17 de la década de los 70 y, por contra, los 30 años de los 70 y 80 se corresponden con los cincuenta y tantos actuales.
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