Lo de infravalorando me parece extremo, lo que sí me parece, es que se va recategorizando. Cada uno toma sus propias elecciones de vida, y eso nos acerca a unos, como nos aleja de otros.
La amistad adulta puede ser muy profunda también, pero se le dedica el tiempo necesario, o tal vez el posible; hay más responsabilidades, y también, cada uno ha delineado objetivos que desea cumplir.
Hay algunos que no se resignan a esto y siguen viviendo en una eterna bohemia, es una elección. La juzgo tan válida como cualquier otra.
Creo estar en una posición equidistante. La literatura que es el motor de mi vida, me exige que vuele un poco… que no me tome todo tan en serio. El riesgo sería el aburguesamiento, que es letal para la imaginación.
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