Este tema, probablemente se haya analizado cientos de veces, pero aquí lo vamos a plantear desde un ejemplo de razonamiento, para comprobar las posibilidades que tenemos en una pareja deseada, en función de lo que pedimos. Cuanto más caprichosos nos pongamos, menos probabilidades tendremos
Pongamos como ejemplo a dos individuos, uno de 1'90 de estatura y de constitución esbelta y depilado, y otro de 1'50 barrigón y velludo. Los dos buscan una mujer que sea complaciente, cariñosa, dulce, fiable como pareja, y de paso que de vez en cuando lleve lencería sugerente
. En este caso, a mi juicio, los dos tendrían posibilidades de encontrar la mujer que buscan, porque ninguno de los dos ha hecho referencia alguna al físico de la mujer; todos los requisitos que piden son acerca de la personalidad de la mujer, y nada tienen que ver con la naturaleza, a veces tan injusta. Tendrían los dos igualdad de oportunidades
Sin embargo, los problemas aparecerán en cuanto empiecen a pedir atributos físicos, y más en plan caprichoso. Por ejemplo, que sea rubia, pelirroja, negra, castaña, o del color de cabello o de ojos que sea; o que mida 1'75 o similares, que tenga medidas de modelaje, etc, etc. Por supuesto, no haría falta decir que, en la mayoría de caprichos, el alto tiene ventaja, salvo en lo referente a color de cabello o de ojos, que en este caso lo tendrían difícil los dos si no viven en un lugar adecuado
Por ejemplo, si las prefieren pelirrojas, como no se vayan a vivir a Inglaterra o Irlanda, lo tienen más que crudo. Si las quieren rubias, como no se vayan a Alemania, Suecia o Rusia, tres cuartos de lo mismo. Si tienen el capricho de una negra o mulata, como no vivan en Brasil, la probabilidad es más que ínfima. Y así sucesivamente. Está bien que te parezca atractiva una chica de tal o cual color, pero a la vez hay que ser realista acorde al país donde vives, salvo si por casualidad encuentras el amor en una foránea, como ha sido mi caso
Pero ya el capricho que verdaderamente separa a un hombre y a otro, es el del físico puro y duro, en su sentido más estricto. Si el hombre de 1'50 se empeña en una chica de 1'75 con medidas de modelaje, lo tiene bien crudo, puede esperar sentado, pues de seguro que ella se quedará con el alto, u otro individuo similar. Es lo que es, y si no se conforma, pues no está siendo realista. Es como si él mismo, se empeñase en ingresar en un cuerpo militar de élite, donde la estatura mínima para ingresar fuera de 1'80. Por mucho que se empeñe, no puede entrar en el cuerpo. No estaría siendo realista si se empeñase
En definitiva, todos tenemos nuestras oportunidades con mujeres, y viceversa. Solo hace falta saber que pedimos y que nos corresponde. Como bien he indicado, en caso de pedir solo requisitos referentes a la personalidad, dejando de lado los atributos físicos, tiene igualdad de oportunidades el alto y el bajo, el guaperas y el "del montón"