A veces identificamos un suceso concreto como el detonante de problemas en una relación que "era perfecta". Hablo desde mi experiencia, así que puedo estar equivocada o no ser objetiva. Pero es mi opinión. Puede ocurrir que todo funcione perfectamente, hasta que ocurre algo que lo estropea todo. En estos casos, no siempre el detonante es el responsable real, sino que es éso: un detonante que libera problemas anteriores al suceso y que permanecian ocultos.
Tal vez vuestra relación arrastraba problemas no explícitos antes de que naciera vuestro bebé, y a partir de ésto, por el gran esfuerzo de trabajo y tiempo que supone su cuidado, han quedado al descubierto cosas pendientes entre los dos.
Creo que lo peor que puede ocurrir entre una pareja es la indiferencia, la falta de ilusión por estar juntos. Es mucho mejor tener una bronca de vez en cuando que pasar olímpicamente. Así que os veo en un momento realmente difícil. Puede ser que el amor haya acabado o que, simplemente, estéis exhaustos por los horarios de vuestro bebé.
Tomaros algún día libre, dejar a alguien a cargo de vuestro niño durante un día o unas horas, necesitáis tiempo para vosotros, para cuidar vuestra relación, salir a comer, a cenar, a lo que sea, pero solos. Y sería bueno que lo hiciéseis de vez en cuando, si es posible, una vez por semana o cada dos semanas. Tener tiempo para vuestra pareja es la única forma de saber con exactitud qué os está pasando, si estáis cansados por el cansancio físico o si ya no os amáis.
|