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El problema es que una persona de la que yo nunca me esperaba que pudiera tener un affaire con alguien... vamos que no me imaginaba que pudiera tener el valor de engañar a su esposa. Ambos son jueces y muy conservadores, pijetes, y casi yo diria que del Opus, y no iría descaminada.
Yo nunca he hablado con él, sólo hola. Él ahora no sé pensará que he jugado con él... ya que se hizo ilusiones y no lo paré desde el principio y el último día de academia de nuestros hijos fue cuando me puse la alianza.
En cuanto a mi matrimonio por el que parece que tenéis curiosidad, es nulo por la Iglesia, vamos que mi esposo no tenía capacidad para asumir las responsabilidades del mismo, he pensado volver a continuar con los trámites de la nulidad, que quedaron paralizados cuando yo le volví a dar la enésima oportunidad. Creo que a mis cuarenta años y después de aguantarlo durante catorce años (insultos, vejaciones y demás) me he cansado, incluso mis hijas me dicen, mamá porque no te separas y nos buscas otro padre. Porque él siempre nos ha dicho que no somos su familia, que su familia son su madre y sus hermanos.
Es para suicidarse. En fin cuando encuentro una persona con un mínimo de nivel que parece aburrido e incomprendido (vamos lo digo por la expresión que lleva cuando va solo) y con el cual me puedo sentir un poco mejor, lo estropeo todo.
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