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A veces la ilusión vuelve de repente, con una sonrisa y tu determinación todo puede cambiar, y un día oscuro y gris se puede volver el día más luminoso de tu vida...
Me levanté aquel día por la mañana con ganas de mandarle un mensaje, un whatshap, diciéndole cuanto extrañas que te bese, que te abrace, que te sonría y que vuelva, que sientes lo mismo o más por ella, que no la has olvidado, incluso le pedirías con toda tu fuerza, con la fuerza de la que es capaz tu corazón que sigue repitiendo una y otra vez su nombre, que vuelva a tu lado.Todo sería como antes e incluso mejor. Le recordarías todos lo que hiciste por ella. Le contarías como si de una novela se tratase paso a paso todos los momentos buenos que vivisteis juntos para intentar rescatar una gran sonrisa acompañada de una lagrima derramada por el ojo derecho, si el que muestra felicidad al llorar.
Sin embargo, cerré los ojos, recuerdé su olor por penúltima vez, derramé la penúltima lágrima y volví a pasear sobre mi mente las mejores diapositivas junto a ella. Y entonces abrí los ojos cerré el portátil, lo desenchufé de la luz y grité ¡se acabó! Decidí que por mucho que me costase iba a cambiar el chip. Ella no lo es todo, sabía que vendrían más incluso mejores. Sabía que el primer amor es el que no sé olvida. Pero decidí salir hacia adelante yo solo. Quería cambiar el rumbo de mi vida, esa vida en la que ella desapareció hace mucho. Definitivamente, decidí pasar página y ver el lado bueno de las cosas y caminé hacia un nuevo lugar para soñar. Ese que te permita vivir tu segunda vez, esa segunda oportunidad que siempre nos devuelve la vida. Y todo comienza por sonreír.
Esto va para todas aquellas personas que ahora lo pasan mal por amor...en la vida se sufre mucho y pienso que nunca se debería sufrir por un sentimiento tan puro y bonito como es el amor (la historia es de cosecha propia)
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