Yo no soy tampoco fumador. Pero quizás eso mismo pueda dar una pista para dejar de fumar.
Para mí fuma siempre tuvo connotaciones negativas y no fumar lo tomé, desde la infancia incluso, como un acto de afirmación e incluso de rebeldía. Siempre nos decían a los niños que fumar era malo. Luego yo no quería ser de esos que tarde o temprano ceden a la tentación. Me parecía, simplemente, estúpido, y empezar a fumar habría sido para mí una autohumillación.
Creo que para mucha otra gente el fumar no tiene esas connotaciones negativas. Desde luego no se lo toman como algo personal. Es como dijeran: "sí, fumar no es bueno, pero tampoco pasa gran cosa si fumas".
Creo que algunos han empezado a fumar por parecer mayores. En otros tiempos era el signo de pasar de la infancia a la adolescencia, o a la juventud. Otros por la presión social: yo me quedé tristemente sorprendido de que algunos empezaran a fumar a los 18 años. Era como si dijeran "bueno, ya vale, no va a estar uno negándose siempre, al final hay que ceder, en realidad lo normal es fumar, no hay por qué ponerse en plan revolucionario".
Confieso que cuando las cosas se ponían un poco serias podía decir "yo es que no puedo fumar, el entrenador no me deja". Pero a los 18 años ya no entrenaba. Tan sólo decía "no". Vamos, que no estaba dispuesto a hacer algo que no me atraía en absoluto por no ser un raro.
Otros han fumado por curiosidad, como diciendo "si otros lo hacen, y parecen disfrutar, igual es que en realidad debe estar estupendo, un placer más del que gozar". Yo no caí en el engaño, o la tentación. O quizás he tenido siempre una mentalidad más asceta: no he sentido nunca que el principal aliciente de la vida sea gozar de los placeres terrenales (o algo así).
Total: con todo este rollo quiero decir que creo que hace falta cambiar de mentalidad. No se trata de pensar que te estás privando de un placer, ni de cambiar un placer por otro, sino de pensar que otras cosas dan más satisfacción.
En lugar de pensar que debes dejar el tabaco por cuestión de salud, piensa en lo que vas a ganar dejando el tabaco. Si no ves los beneficios, más difícil será que los dejes.
A mí me pasa con otras cosas que he dejado o reducido: comer menos azucar, ser constante en el ejercicio físico, comer menos grasas. Cuando te ves más delgado y más ágil y más atractivo, sabes que todo esos sacrificios valen la pena.
Pero si eres de los que más bien son poco esforzados, o que no son constantes con nada, o que no le ven valor al sacrificio, o que creen que en la vida lo único que vale es lo más inmediato, que tal vez no existe nada por lo que valga la pena luchar, o que piensan que lo bueno de la vida está en "un tabaco, un choricito, una morcillita, un cafelito porque si no no soy persona..." pues con esa mentalidad, pues no.
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