No existen las medias naranjas ni las relaciones perfectas. Que levante la mano aquí la persona que haya conocido a alguien que en ningún momento le haya molestado, enfadado, sacado de sus casillas o algo parecido. Pues eso, que con todo el mundo se viven momentos buenos y malos. A veces abundan más los unos y otras los otros pero nadie, absolutamente nadie, es perfecto.
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