Guest
|
Buenaas
1º explicaré un poco la situación por encima.
El verano pasado, conocí a una chica 8 años mayor que yo (yo tengo 24) a través de un foro. Comenzamos a hablar y nos fuimos enamorando. A los dos nos gusta jugar al ordenador, es uno de nuestros hobbies en común. Digamos que el motivo de conocernos fue ''jugar''. Ella estaba casada y su marido no le hacía ningún caso. Esta es la razón principal por la que ella buscó amistad, llenar ese hueco que su marido ya no llenaba, supongo. Después de conocernos, dejó definitivamente a su marido e iniciamos una relación a distancia, viendonos una o dos veces al mes para estar juntos y hablando a todas horas a través de internet, ya que ella es de una ciudad diferente. Siempre hemos hablado muchísimo desde que nos conocimos, cada vez más y también sucedió lo mismo cuando estábamos como pareja. Se podría decir casi que estábamos juntos incluso antes de que ella lo dejase con él.
La relación acabó mal. Este pasado otoño, tras varias cagadas por mi parte producidas por la diferencia de edad y la inexperiencia, por sus dudas y sus malas ideas sobre mí, decidió que eso ya lo había vivido y que quería volver con su marido. Esto no me lo dijo de entrada, solo me dijo lo malo de mí sin decirme que iba a volver con él. Y así lo hizo, volvió con él. Nos distanciamos y yo todo este tiempo lo he dedicado a pensar, pero nunca la he dejado de querer.
Desde finales de diciembre, hemos vuelto a empezar a hablar cada vez más, ella ha sido la que cada vez ha vuelto a volver antes a casa para estar conectada conmigo o escribirme por la mañana. Yo al principio me he resistido a contestar rapidamente a sus mails pero poco a poco, desde hace dos semanas, cada vez he cedido más.
Estos días, antes del viaje, ella ha estado muy receptiva, cariñosa y atenta. Y yo poco a poco a también.
Pues bien, ahora ya os cuento lo que ha pasado.
En un principio, ninguno de los dos pensó que íbamos a viajar juntos. Pero como os digo, cada vez volvíamos a hablar más y ella me propuso ir juntos, quedando en otra ciudad que está en medio del camino para los dos e ir juntos desde allí. Yo le dije que si le parecía realmente buena idea, y ella respondió que iba a dar igual ya que nos ibamos a ver cuando llegasemos de todos modos. Hicimos la reserva en el mismo hotel y en un principio ibamos a dormir en habitaciones separadas. Pero para nuestra sorpresa, las dos habitaciones, eran dobles, tenían dos camas las dos y al entrar en la mía, pasé al baño y al salir había deshizo una de las camas y en plan broma dijo ''esta es la mía no?'' y ahí empezó la continuación a las bromas que tuvimos por internet durante estas semanas. Decidimos cancelar la otra habitación y quedarnos en esa los dos.
Estuvimos muy bien durante todo el día, la invité a cenar y estuvimos agusto también. El día se nos pasó volando. Y llegó la hora de dormir.
Seguimos con las bromas, y acabé juntando mi cama con la suya. Más bromas, y acabé metiendome con ella en la suya. La abracé entre mis brazos y estuvimos genial, como siempre hemos estado. Nos dijimos cosas que no debíamos. No nos dijimos te quiero, pero sí muchas cosas que no se dicen los amigos.
Yo tenía un empalme de narices, pues ella siempre me ha puesto como una moto y en cierto sentido no le importaba que estuviese así, seguíamos bromeando, era solo que no debíamos estar así, pero sé que ella quería hacerlo y yo también. No lo hicimos, porque yo no quise hacer más. No porque no me muriese de ganas, pero no podíamos. Así no. Ella no dijo que lo hicieramos, pero desde luego no me impidió meterme en su cama.
Me ha demostrado que me sigue queriendo, que le sigo gustando muchísimo. Pero también me dijo que no me quería confundir, mientras me respiraba en la nuca abrazada a mi espalda en la cama.
Durante el día siguiente estuvimos más unidos aún, y se nos volvió a pasar el día volando, a pesar de las gestiones que tuvimos que hacer. Nos besábamos cariñosamente, nunca en la boca. Nos abrazábamos, la cogía de la cintura, cosas que hacía cuando estaba con ella. Nos fuimos y durante el viaje seguimos así. La invité a comer antes de que se fuera, y también fue genial. Pero siempre cuando nos despedimos nos quedamos muy tristes y callados, siempre ha sido así y esta vez también.
Le escribí un sms al llegar a casa y ella me respondió, diciendome que se lo había pasado muy bien. Pero desde ayer ya no hemos vuelto a hablar.
La situación ahora mismo es de secretismo. No puede conectarse para hablar conmigo ya que su marido está en casa. Y esto es así todos los fines de semana. Ahora van despacio pero llegará un día que vuelva definitivamente a casa y ya no se conecte nunca más.
Yo tengo que pensar en que va a estar bien con él y que a mi nunca me va a dar otra oportunidad. No puedo estar esperando.
Pero sé que me quiere, que estamos genial juntos y que podríamos ser muy felices, pero eso no va a pasar mientras esté con él. Y cuando dormimos juntos la otra noche, no sé realmente si quería que se lo hiciera o no. Pero yo no lo hice, no quise. Aunque me muriese de ganas, se lo dije. Que no iba a hacer nada que no debiera. Y ahora estoy así, sin saber realmente lo que quiere de mí.
Ahí va todo por encima, espero que me podáis dar alguna pista compis. Siento el tochazo XD
|